San José, 21 ago (elmundo.cr) – La mayoría de las mujeres piensan que bañarse a diario y lavarse las manos después de ir al baño es suficiente, pero no es así.
Los genitales femeninos están en contacto frecuente con secreciones vaginales, orina, menstruación, sudor y con el semen. Además, por ser una zona poco ventilada la humedad favorece el desarrollo de bacterias.
Cuando la higiene íntima femenina no es total o integral, puede acarrear problemas de salud.
Es por esto que el ginecólogo oncólogo Gabriel Cabezas, afirma que, en su experiencia clínica, “por lo menos un 25 por ciento de las consultas que reciben los ginecólogos se refieren a problemas derivados de una incorrecta higiene íntima”.
Asimismo, la auto-prescripción de medicamentos como antibióticos o anticonceptivos, el uso de talcos, cremas, jabones inadecuados, duchas vaginales o juguetes sexuales mal lavados y las relaciones íntimas por sí mismas son factores que exponen la zona vaginal de la mujer.
La indebida atención de la zona vaginal puede afectar la flora bacteriana y otros componentes del ecosistema vaginal que al alterarse deriva en frecuentes infecciones vaginales, urinarias u otro tipo de males mayores.
Otros factores que afectan la zona vaginal son el uso de pantalones muy ajustados, ropa interior sintética y no cambiarse las toallas sanitarias o los protectores diarios cada tres horas, indicó Cabezas.
De acuerdo con un estudio del 2014, realizado en Costa Rica por SCA, el 27% de las mujeres se limpian de forma incorrecta (atrás hacia adelante), dando como resultado que se propaguen más focos de infecciones en el área vaginal.
La sexóloga Ana Mora señaló que “es importante que las mujeres desde niñas tengan un buen autoconocimiento y tomen conciencia de la higiene y el autocuidado que deben tener de la vulva. De una buena higiene depende su salud íntima”.