En las últimas semanas hemos visto como el tema de la producción minera ha estado en la agenda noticiosa nacional debido a las explotaciones en un yacimiento de oro en la Zona Norte que se ha convertido en una crisis ambiental –social y económica- sin precedentes en la historia de esta actividad económica en el país.
No obstante, es necesario resaltar que no se puede meter en el mismo saco a todas las empresas involucradas en estas labores que resultan indispensables en muchas partes del mundo porque aportan una buena parte de los componentes de los artefactos que ocupamos en la vida cotidiana desde los automóviles hasta los teléfonos celulares inteligentes.
En el caso del cantón de Abangares la extracción de oro forma parte de la actividad económica de este lugar desde por lo menos la primera mitad del siglo XIX incluso en la actualidad muchos de los ingresos de las familias salen de las entrañas de la tierra gracias a los coligalleros que laboran a pequeña escala.
Para mantener ese legado recientemente el Fondo de Inversiones Golden Blue -registrado en el Departamento de Economía de Dubai, bajo el liderazgo de su CFO, el Sr. Nader Sadik Abbasi- y la Cooperativa de Productores de Oro, asentada en el cantón de Abangares, Guanacaste- se comprometió a implementar una Planta para la Recuperación de los Desechos Mineros con el fin de reducir los relaves tóxicos provenientes de prácticas obsoletas generadas por el uso de sustancias peligrosas como el mercurio y cianuro.
Una solución de este tipo colocará a Costa Rica a la vanguardia en el campo de la minería responsable con el ambiente. Tal como establece un comunicado de prensa emitido recientemente por el Colegio de Geólogos de Costa Rica en la actualidad es posible desarrollar esta actividad económica con tecnologías modernas que “perfectamente seguras para el personal” y; de paso, garantizando la sostenibilidad ambiental, social y maximizando el aprovechamiento económico.
El acuerdo de Golden Blue y CoopeOro permitirá la construcción de una planta de procesamiento de mineral de última generación, diseñada para eliminar residuos tóxicos y lograr una huella ambiental neta de cero.
Actualmente, en el cantón de Abangares unas 1 500 familias están directamente ligadas al trabajo de la minería; por eso, el establecimiento de unas instalaciones de primer mundo para el procesamiento de los residuos marcará un punto de inflexión en la historia de este cantón guanacasteco que pasará a la historia como el primero de Centroamérica en recibir esta tecnología de punta.
