Antes de iniciar este artículo quizás sea necesario aclarar algunas definiciones para efectos del proyecto, para que el lector se pueda ubicar de una mejor manera:
Tránsito Interno: (Aduana – Régimen /Modalidad) Posibilidad de ingresar cualquier cosa al país sin ser revisada físicamente, con suspensión de los impuestos respectivos.
Despacho Anticipado: (Aduana – Régimen /Modalidad) Posibilidad de ingresar cualquier cosa al país sin ser revisada físicamente. Y aceptando “de buena fe” la autoliquidación y el pago de impuestos correspondientes.
Aduana: Oficina pública del Estado, situada en las fronteras, puertos o aeropuertos, donde se revisan los géneros y mercancías que se importan o exportan y se cobran los derechos que adeudan según el arancel correspondiente.
Una vez aclarados esos conceptos diremos que lo que ocurre hoy carece de seguridad y hasta de lógica, pues en nuestro país se ha permitido y hasta promovido que las cargas de importación ingresen y viajen primero cientos de kilómetros dentro de nuestro territorio hasta los 39 Depósitos Fiscales dispersos por la GAM. 12 de los cuales incluso se encuentran bajo la jurisdicción de una aduana central que no limita con ninguna frontero, puerto o aeropuerto y, por ende, no debería existir. Para finalmente ser nacionalizadas allí y llegar a hasta bodegas de los importadores. Algo que se podría graficar de la siguiente forma:
Si todos aprendemos en la escuela que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta 
, acá lo que se propone mediante la modificación de 3 artículos (112, 138 y 140) de la ley 7557 (Ley General de Aduanas), es que naturalmente las cargas se nacionalicen y paguen sus impuestos en los puntos por donde ingresan. Y que de allí pasen directamente a las bodegas de los importadores.
De esa forma, el importador podrá contar más rápidamente con sus mercaderías para poderlas someter a procesos fabriles, comerciales o de servicios según sea su giro empresarial. Eliminando un trayecto de transporte interno con lo que también bajaría sus costos, así como los riesgos por daños o perdidas asociados a la manipulación.
El país también ganaría, pues se descongestionaría la GAM, se disminuiría allí la contaminación visual, atmosférica y acústica. Así como el estrés y los riesgos de contagio asociados a la conglomeración que hoy vive la Gran Área Metropolitana. Haciendo de este un lugar más agradable también para vivir.
Las rutas nacionales mermarían su desgaste y bajaría la factura petrolera. Se descentralizaría el país y se democratizarían las oportunidades de desarrollo en una apuesta real por los territorios de menor desarrollo como lo son las provincias costares de Guanacaste, Puntarenas, Limón y una parte de Alajuela.
El control aduanero se llevaría a cabo más fácilmente, pues nunca va a ser lo mismo ejercerlo en los 10 o 15 kilómetros que es donde ubican los depósitos fiscales en la jurisdicción de las aduanas de ingreso, que entre 100 y 300 kilómetros como ocurre hoy día. Y menos en un país tan “poroso” en donde cualquier camión, contenedor o furgón se puede desviar, esconder o incluso perder para que las mafias hagan de las suyas. Y si creemos que esto no ocurre, tan solo veamos los periódicos y noticieros de vez en cuando.
La existencia de un Gobierno que funciona cada vez más digitalmente, sumado a la promulgación de leyes de simplificación de trámites y otros mecanismos de facilitación, hacen innecesaria la presencia física en el GAM para tramitar Notas Técnicas y otro tipo de gestiones requeridas para nacionalizar las cargas desde cualquier frontera marítima o terrestre.
El traslado de estos procesos a las zonas de ingreso sumado al aumento de las revisiones físicas propuestas en el proyecto de ley, los negocios de los Depósitos Fiscales también se verían beneficiados, aumentando la necesaria demanda de empleos.
La posibilidad de los despachos parciales y otro tipo de procesos, se pueden llevar a cabo indistintamente del lugar en donde este se encuentre el depósito fiscal. Y las distancias en un país pequeño como el nuestro tampoco tendrían porque entorpecer, encarecer y menos retrasar la logística.
Se hace importante recordar que la Costa Rica de hoy no es la misma de hace 20 años atrás. Nuestros principales puertos ubicados en los litorales pacífico y atlántico están concesionados, lo cual a generado un aumento en la eficiencia, la eficacia y la maximización de los espacios físicos en donde se desarrollan sus operaciones. Hay mucha más capacidad física, técnica, operativa y humana para enfrentar lo que naturalmente corresponde y se plantea hacer. De igual forma, las otras actividades del accionar logístico se encuentran presentes en estos lugares de ingreso bajo las figuras de Auxiliares de la Función Pública Aduanera, de mamera tal que el tema de la infraestructura y los espacios tampoco serían un inconveniente. En este contexto, sería una buena idea para empresas que anden en busca de mejorar la competitividad y reducir costos, contemplar la opción de trasladarse a parques logísticos ubicados en las fronteras y puertos del país.
En relación con el tema de los Escáneres, más allá de sus costos y de quien los vaya a asumir. Así como de sus limitaciones merceológicas, que es la ciencia que estudia la naturaleza u origen, composición o función de todas las cosas muebles susceptibles de comercio y de los métodos para reconocerlas de acuerdo con el Sistema Armonizado, sin dejar de lado otros temas como la subfacturación. Su implementación resulta perfectamente complementaria para lo que se persigue.
En relación con el tema político, más de una decena de Concejos Municipales tomaron acuerdos en apoyo a lo que ellas llamaron “La iniciativa CR567” en alusión a las provincias de Guanacaste, Puntarenas y Limón, aunque la misma también vendría a beneficiar a algunos cantones de Alajuela, que también tomaron acuerdos en esa misma dirección. Justamente esta iniciativa fue la que dio pie al proyecto de Ley No 22.082 de Nacionalización de Mercaderías en Puntos de Ingreso que hoy se analiza en la Comisión Caribe de la Asamblea Legislativa. Los mismos llevaban implícito todo un compromiso de facilitación y cooperación para que esta iniciativa se pueda implementar sin mayores contratiempos. Es claro que el aumento de esta dinámica también aumentaría sus ingresos, permitiéndoles contar con mayores recursos para llevar a cabo proyectos de desarrollo y una mayor reactivación económica para sus provincias.
En materia del recurso humano, muchas universidades en estas regiones han venido preparando y graduando profesionales en las distintas áreas del saber relacionados con la actividad. Las instituciones públicas referidas al control de ingreso realizaran sus tareas en donde realmente se debe, dejando atrás el “valle-centralista” que las ha caracterizado hasta el día de hoy.
En la exposición de motivos se plantea en todo caso una responsable gradualidad de su implementación. De forma tal que tanto la parte publica como privada involucrada cuente el tiempo suficiente en una relación armoniosa de oferta y demanda de los servicios que se vayan a requerir.
Y es que los porcentajes de revisión físicas que no superan un digito según datos de la misma Dirección General de Aduanas, sumado a los largos recorridos que se consienten actualmente. Han dado como resultado que prácticas ilícitas como el contrabando, la evasión, la subfacturación, la elusión y la violación de derechos de propiedad intelectual, gestionadas bajo modalidades como el Transito Interno y el Despachos Anticipado se hayan logrado materializar más fácilmente. Esto sin dejar de lado el ingreso sin control de medicamentos, plagas, alimentos, armas, drogas, así como todo aquello que se le ocurra a usted imaginar.
De poco o nada valdrían los esfuerzos del Servicio de Salud Animal, Fitosanitario del Estado, Salud, Seguridad y Aduanas entre otros. Tampoco los de las Mesas de Dialogo o del mismo Gobierno en no imponer más impuestos a la población, o en evitar el tener que solicitar mayores prestamos con el Fondo Monetario Internacional, si permitimos que las mercaderías continúen ingresando al país sin ser revisada físicamente a su ingreso, y aceptando de “buena fe” tanto lo que se declara, como los impuestos que se autoliquiden.
Se ha dicho que, si el control migratorio se consintiera realizar a cientos de kilómetros de la frontera, tal cual se hace con el control aduanero, nuestro país estaría lleno de delincuentes, narcotraficantes, prófugos y todo tipo de gamberros pululando libremente por doquier.
Si bien es cierto algunos tratados o convenio internacionales contemplan ciertas prácticas, no es menos cierto que ninguno impone u obliga a nuestro país el implementar o no mecanismo de control aduanero. De forma tal que cada país soberano debe actuar en resguardo del INTERES NACIONAL por encima del interés particular o comercial. Comprendiendo ese interés nacional, como la defensa y promoción de los objetivos naturales y esenciales del estado en el área Política, Económica, Estratégica, de Salud, de Seguridad y de Desarrollo Social. Facilitar el comercio no puede ser aprovechado, interpretado como la facilitación de otro tipo de prácticas no deseadas.
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