En una sociedad polarizada, hiperregulada y con marcos legales complejos, las estrategias de apoyo a una causa o propuesta (advocacy) y las relaciones de las empresas con instancias de gobierno local y nacional se han convertido en un elemento fundamental para el éxito y la sostenibilidad de las empresas.
En este contexto, el storytelling es una herramienta poderosa. A través de la narración de historias convincentes, las organizaciones pueden comunicar sus mensajes clave, generar empatía y movilizar a las partes interesadas hacia acciones concretas. Sin embargo, al implementar el storytelling para la advocacy empresarial es crucial tener en cuenta aspectos éticos y de cumplimiento para salvaguardar la integridad de la empresa y las relaciones con los representantes políticos y entes reguladores.
En nuestro trabajo asesorando a empresas en CLC Comunicación afiliada de Llorente y Cuenca (LLYC) hemos identificado algunas recomendaciones relevantes:
Transparencia en la narrativa: Al contar historias en el contexto de la advocacy, las empresas deben asegurarse de ser transparentes y honestas. Evitar la exageración o la manipulación de hechos es esencial para mantener la credibilidad y la confianza de las partes interesadas. Las historias deben estar respaldadas por datos y experiencias verificables y argumentos sólidos para garantizar la integridad de la narrativa.
Respeto por la privacidad y la confidencialidad: En ocasiones, la narración de historias para la advocacy puede implicar revelar información sensible o confidencial. Es importante obtener el consentimiento de las partes involucradas y respetar y garantizar su derecho a la privacidad. Además, las empresas deben evaluar cuidadosamente los potenciales riesgos de divulgar ciertos detalles y proteger la información confidencial en todo momento.
Adherencia a las regulaciones y leyes: Las empresas deben familiarizarse con las regulaciones y leyes aplicables en el ámbito de la advocacy y las relaciones gubernamentales. Es esencial cumplir con las disposiciones legales relacionadas con la divulgación de información, el financiamiento político y las prácticas de cabildeo (lobbying). El incumplimiento de estas normativas puede dañar la reputación de la empresa y tener consecuencias legales significativas.
Equidad y diversidad en las historias: Para una advocacy empresarial efectiva y ética es fundamental garantizar la equidad y la representación de la diversidad en las historias que se cuentan, lo cual implica incorporar perspectivas y voces diversas y evitar sesgos y estereotipos. Las historias deben ser inclusivas y reflejar la realidad de las comunidades y los grupos de interés afectados por las políticas y decisiones empresariales.
Responsabilidad social empresarial: El storytelling para la advocacy no puede ser solo una herramienta para impulsar los intereses comerciales. Las empresas deben demostrar un compromiso genuino con la responsabilidad social empresarial al abordar problemas sociales, ambientales y de gobernanza de manera ética y responsable. Las historias deben reflejar este compromiso y destacar los esfuerzos de la empresa para crear un impacto positivo en la sociedad.
En conclusión, el storytelling para la advocacy empresarial puede ser una estrategia poderosa para incidir en el ámbito político y lograr objetivos comerciales que tengan un impacto positivo en la sociedad. Las empresas deben recordar que la ética y el cumplimiento son elementos esenciales para garantizar la integridad de su narrativa. Al ser transparentes, respetuosos, legales, equitativos y socialmente responsables en sus historias, las empresas pueden aprovechar al máximo el poder del storytelling mientras desarrollan una reputación sólida y relaciones de valor con los representantes políticos, sociales y entes reguladores.
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