Resulta bastante común cuando se está fuera de la “tierra que nos vio nacer” por varios años, o tal vez menos, que cuando escuchamos algún que otro plato típico, tradicionales: una sopa de albóndiga o pepián, un tamal, carne, vegetales…sin que falte el café, de principio la boca “se nos hace agua” como parte de la añoranza.
Igual sucederá de escuchar la música que alguna vez bailaste, que mágicamente te traslada al tiempo vivido en tu tierra, sí en esa tierra maravillosa que a pesar del “kilometraje” nadie, nadie, se lo puede quitar a uno; dos factores fundamentales que intervienen – a modo de ejemplo – en la cultura de cualquier país: la comida, la música.
¿Uno o varios conceptos de la palabra cultura? Indagando un poco en la historia, acerca de cómo ha evolucionado la palabra cultura, destacamos, aunque en síntesis apretada, algo cercano a una línea de tiempo. “Incluye todas las manifestaciones de los hábitos sociales de una comunidad, las reacciones del individuo en la medida en que se van afectadas por las costumbres del grupo en que vive, y los productos de las actividades humanas en la medida que se van determinadas por dichas costumbres”. Franz Boas (1930); “Consiste en todo aquello que conoce o cree con el fin de operar de una manera aceptable sobre sus miembros.
No consiste en cosas, gente, conductas o emociones. Es más bien una organización de todo eso. Es la forma de las cosas que la gente tiene es su mente, sus modelos de percibirlas, de relacionarlas o de interpretarlas.” W.H.Goodenough (1957); “Se comprende mejor no como complejos de esquemas concretos de conducta –costumbres, usanzas, tradiciones, conjuntos de hábitos- planes, recetas, fórmulas, reglas, instrucciones que gobiernan la conducta” Clifford Geertz (1966); “Valores que comparten los miembros de un grupo dado, a las normas que pactan y a los bienes materiales que producen. Los valores son ideales abstractos, mientras que las normas son principios definidos o reglas que las personas deben cumplir”. Anthony Giddens (1989)
¡Muy interesante!, pero, ¿Quiénes se encargan de inculcar nuestra propia cultura, quienes son responsables de ellos? Los padres y otros miembros de la familia, las instituciones educativas y los medios de comunicación social. Por lo general, las personas, instituciones, medios cumplen la fusión de trasmitir a los niños y jóvenes los valores y las creencias de su mundo socio-cultural , así como los significados otorgados en su mundo socio-cultural a las relaciones interpersonales y a los objetos.
Y, ¿qué decir de nuestro argot o jerga? Lo que para unos un vocablo puede significar algo, para otros todo lo contrario. Por ejemplo: ahorita, significa hacerlo ya, para nosotros, mientras que la palabra ahora, para otros ¿quién sabe para cuándo nuestra respuesta?, su correcto significado es en este momento.
¿Quién tiene la razón? Muchos elementos de la cultura se trasmiten a través de la socialización, por ejemplo, palabras, gestos y guiños. ¿Acaso no ha utilizado usted su “pico” para señalar a alguien del cual hablamos?
¿Y la posibilidad de modificar antivalores? Como la impuntualidad, el pesimismo, el egoísmo, la enemistad, el desorden, la pereza, la injusticia. Felizmente no son problemas generales de nuestra sociedad, pero inciden de una forma u otra. Ahí estará el papel relevante y propositivo de una adecuada educación y de los y las encargados en promoverla.