El mundo mira con asombro, como un pequeño y “pobre” país de la América Latina enfrenta una amenaza mundial.
El mundo entero se llena de preguntas de la asombrosa Costa Rica.
Como un pueblo de apenas cinco millones de habitantes, logra una primera ola de contagios con números de milagro.
Como este pequeño país, le anuncia al mundo que ya tiene el genoma completo del virus.
Como nuestros científicos anuncian que inicia la fase de producción de suero de pacientes convalecientes.
Como esa nación tiene una mortalidad por Covid-19 de las más bajas del mundo, pero se les olvida, que hace mucho nuestra mortalidad infantil es de las mejores de la Tierra.
Se les olvida que hace mucho, nuestra esperanza de vida, está dentro de las más altas del mundo.
Se les olvida la labor titánica de nuestro país en la producción de sueros antiofídico.
Se les olvida que hace mucho, nos quitamos el gasto de un ejército y lo invertimos en salud y educación.
Se les olvida que este sigue siendo un pueblo creyente, que sabe orar pero sin dejar de luchar.
Se les olvida que Dios quiso, que cuatro titanes compartieran juntos el escenario de la historia. De las acciones del Dr Calderón Guardia, Manuel Mora, Monseñor Sanabria y José Figueres, se construyeron las bases del milagro de los ticos.
Falta mucho, el camino es peligroso, pero a los ticos nos sobra capacidad, pero nos falta disciplina.
La gente debe volver poco a poco a sus trabajos, pero con ¡DISCIPLINA!
¡A escribir historia mi patria!
—
Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, fotocopia de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr.