Los derechos humanos son esenciales en la sociedad para la sana convivencia, cada Estado debe velar por la protección de estos. Una sociedad en donde los derechos están presentes es una sociedad la cual se rige de manera correcta y es capaz de mantener un orden o estatus. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas los derechos humanos son:
Los derechos que tenemos básicamente por existir como seres humanos; no están garantizados por ningún estado. Estos derechos universales son inherentes a todos nosotros, con independencia de la nacionalidad, género, origen étnico o nacional, color, religión, idioma o cualquier otra condición.
Según lo menciona la ONU los derechos no están garantizados por ningún Estado, sin embargo, una vez que los reconocen los mismos tienen deberes y obligaciones ante la sociedad. De acuerdo con un estudio realizado por la ONU, un 80% de los Estados han ratificado un aproximado de cuatro derechos y entre las funciones de los mismos están:
● Deben respetarlos
● Deben protegerlos
● Deben cumplirlos
Ahora bien, no en todos los países se cumple la protección de los derechos y no en todos los Estados se aplican de manera igualitaria, uno de los ejemplos más vistos a nivel mundial es Irán en donde los derechos humanos no son aplicados de manera justa. Menciona Amnistía Internacional que:
Miles de personas fueron interrogadas, enjuiciadas injustamente o sometidas a detención arbitraria sólo por ejercer pacíficamente los derechos humanos, y cientos continuaron en prisión injustamente. Las fuerzas de seguridad hicieron uso ilegítimo de medios letales y de perdigones para sofocar protestas.
Esto es un simple ejemplo de cómo en Irán la sociedad está sometida a ser callada, sin derecho a expresar una opinión diferente a la establecida por los mandos de poder. Es así como, ante el sistema internacional el país se considera como una “amenaza” para los derechos humanos y es una constante guerra entre organizaciones que tratan de promover un trato humano igualitario y el gobierno que se rehúsa a ceder.
Sin tomar en cuenta que el punto foco de la crisis actual en Irán estalla desde que inició el COVID-19, evento por el cual se tomaron medidas y restricciones que según en perspectiva de sus calificadores, no fue la mejor manera de tomar la gubernatura en la pandemia, es más bien ya desde hace varias décadas atrás que el país viene sufriendo de una oleada de violaciones a los derechos humanos por parte de sus políticas y quienes las hacen llevar a cabo. Para este momento la crisis ha perdurado ya que la población se encuentra en constantes protestas que se han levantado, esto debido a los constantes abusos hacia las comunidades en especial las de género.
A causa de la muerte de la joven de 22 años que murió por haberla puesto en prisión por no usar de forma correcta el Hiyab (velo que cubre la cabeza de las musulmanas), es que en los últimos años(entre 2019 y 2022) los ciudadanos han levantado la voz pronunciando su descontento acerca de la opresión de muchos derechos que les han sido violentados, sin embargo no todo es una lucha limpia, por lo que el derramamiento de sangre se ha visto presente en los últimos meses pues se han llegado incluso a remeter contra la niñez, según estadísticas de varios sitios web se han dado a conocer que han aparecido más y más niños muertos así como mujeres, por protestar a la causa.
Si bien el tema de los derechos es un asunto que les concierne a todos, las mujeres en este país son las que se les ha sometido a más abusos desde sus infancias, llegando hasta su adultez, conllevando a que esta se vea amenazada en cada paso que da para ejercer su “libertad”, pues el uso obligatorio del velo representativo para los iraníes como un significado de moralidad y pureza, parece ser que más bien son la representación absoluta de control y opresión al género femenino, ya que la regla exige que si esta no es debidamente utilizada, sería motivo para recibir azotazos, prisión e inclusive la muerte.
La ONU ciertamente ha intervenido en las investigaciones necesarias para estos casos en la que la vida de muchas vidas inocentes se está viendo afectadas por las ideologías de una República que conduce a las pérdidas económicas, políticas y sociales, y este es un claro ejemplo de cómo la geopolítica se introduce en el estudio de estos eventos. Además de todo esto en Irán se han dado acontecimientos de arbitrariedad ya que han recluido a cientos de personas hoy prisioneras motivo de estas protestas pacíficas.
Aunque estas intervenciones se han dado desde que se están afectado los derechos de la mujer o de las minorías como las comunidades religiosas, étnicas y culturales. En asuntos de detención las cifras han llegado a 739, entre ellas 60 son mujeres y entre los que cabe destacar, algunos son abogados, otros activistas y al menos 18 periodistas a los que se les han socavado derechos como el de la libertad de expresión, por lo consiguiente las indagaciones de nivel investigativo se deben realizar prontamente.
Hace tan solo unos meses, en el famoso mundial de Qatar 2022, se han dado ciertas evidencias de violencia hacia estos derechos fundamentales, pero una que sin duda se relaciona directamente con Irán es la protesta que pronunció el jugador futbolista Amir Nasr- Azadani, quién ha sido condenado de muerte por presunta traición a la patria, esto solo con manifestar su inconformidad en modo de una protesta pacífica por la lucha de los derechos para las mujeres iraníes donde el Estado ejerce estricto control sobre sus cuerpos. A todo esto, se acusa a la FIFA por no pronunciar ni una sola palabra contra este acto tan inhumano.
El pasado lunes se llevó incluso la segunda ejecución pública en el que el ciudadano Rahnavard, quién fue acusado de asesinar a dos miembros de las fuerzas de seguridad y herir al menos a cuatro personas más, se le sentenció a ser ahorcado de manera pública y no en la cárcel, como si esto fuera una especie de táctica para incentivar horror en la población iraní que hoy se atreven a decir “no más” al abuso de autoridad por parte del Gobierno.
En manos de las autoridades internacionales queda ahora acudir prontamente para detener este derramamiento de sangre, esperando que en el mejor de los casos acaba en una negociación de intervención por los derechos de los iraníes, más sin embargo para que organizaciones de poder como la ONU logre una pronta respuesta positiva esta debe estar detrás de las acciones cometidas por parte del Gobierno, quien se está encargando de “silenciar” por medio de la pena de muerte, y en la búsqueda objetiva de dejar de incentivar el odio como mecanismo de defensa.
En conclusión, el pueblo iraní está sumergido en una guerra contra sus propios gobernantes, así como de sus leyes, el sistema indica que sufre de una crisis coyuntural, que podría proclamarse la rebelión de la sociedad iraní tal y como se conoce ahora. Es claro que su sistema político en este momento sufre un caos que podría poner en vías de extinción el statu quo que hasta ahora podía percibirse de la República de Irán. Hoy esto significa una lucha que busca un equilibrio de equidad repartida.
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