En artículos anteriores vimos uno sobre el gusano y sus efectos en el ganado. En este trataremos los efectos en los humanos. La miasis es una infección causada por larvas de moscas que puede llegar a ser muy grave. Existen varias medidas de prevención que se recomiendan llevar a cabo, sobre todo, en países tropicales. Hay varios tupos de miasis, pero acá nos enfocaremos a la provocada por las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax y Dermatobia hominis. Estas infecciones se inician por la infestación de larvas o gusanos de mosca cerca de una herida o una llaga en la piel. Cochliomyia hominivorax se posa en la piel herida y coloca de 200 a 300 huevos, que se transforman en larvas en tan sólo 24 horas y se alimentan de tejidos vivos o muertos. Después de ese período, ellas caen y se esconden en el suelo en forma de pupa, que luego de unos días darán origen a nuevas moscas. La miosis produce síntomas como pus, mal olor e incluso hemorragias graves que deben ser tratadas por un profesional de la salud, puesto que las larvas logran destruir el tejido rápidamente. Por ello, es importante adoptar medidas de higiene cuando se tiene una herida, como limpiarla apropiadamente y cubrirla del exterior para favorecer una cicatrización adecuada, además de prevenir el crecimiento de moscas por medio de acciones como evitar que se junten sobre la basura y el uso de insecticidas. Este tipo de contagio además de los humanos en animales domésticos también es posible que exista gusanera y larva al mismo tiempo, principalmente, en los animales que no son inspeccionados de forma rutinaria. Tanto en animales como humanos el tratamiento para la gusanera y la larva consiste en retira las larvas, este es un proceso desagradable y doloroso y, por eso, también se recomienda la medicación con ivermectina en dos o tres dosis, bajo indicaciones médicas, para evitar infecciones secundarias y lograr la limpieza de la zona antes de iniciar la remoción. Es importante que el tratamiento sea iniciado apenas se esté en la fase inicial para que sea evitada la progresión de la enfermedad, puesto que las larvas logran destruir el tejido rápidamente. El uso de aceite, alcohol, creolina u otras sustancias directamente en la herida, aparentemente no es eficaz; y causa una incomodidad intensa porque las larvas se sienten atacadas y buscan movilizarse más hacia el interior de la herida, dificultando su remoción. De esta forma, lo más recomendable es retirar las larvas con una pinza y tomar el medicamento antiparasitario que será capaz de matar y eliminar las larvas en 24 horas aproximadamente. En los casos más graves, puede ser necesario realizar una pequeña cirugía para hacer un corte en la piel y expandir el orificio, permitiendo retirar la larva con mayor facilidad. Además de eso, cuando la lesión es muy extensa en humanos, puede ser necesaria la realización de cirugía plástica para reconstruir el tejido. Además de la higiene en el hogar, bañarse diariamente de forma adecuada usando agua y jabón, tener precaución y evitar cortadas y arañazos y, en caso de tener alguna herida, mantenerla limpia y desinfectada aplicando loción antiséptica diariamente.
También es de gran importancia ahuyentar las moscas, evitando que se concentren sobre la basura expuesta a cielo abierto, y usando insecticida siempre que sea necesario para alejar las moscas dentro de la casa. Si es posible poner cedazo anti-insectos en las ventanas y puertas. Las personas postradas en cama también necesitan de un cuidado extra porque no tienen la misma capacidad de defensa, siendo necesaria una persona atenta que lo bañe, cuide su higiene y mantengas las heridas correctamente limpias.
