El presidente de la República Islámica, Ebrahim Raisi realiza una visita por países latinoamericanos para consolidar su vínculo y cooperación con Estados que desde hace años tienen fuertes diferencias con el gobierno de los Estados Unidos y que se transforman en parte de un “eje de resistencia” frente a las políticas estadounidenses en el mundo. En esta oportunidad, Venezuela, Nicaragua y Cuba son los destinos del presidente iraní.
En el caso venezolano, estos han sido de los principales aliados de Irán desde el gobierno del fallecido presidente Hugo Chaves Frías y su contacto con el expresidente iraní, Mahmud Ahmadinejad. Se ha mantenido el vínculo entre Maduro y Rouhani y en la época actual con Raisi.
Además, el gobierno de Caracas está acusado de ser coparticipe de irregularidades con Teherán en diferentes ámbitos. En primer lugar, se acusa al gobierno liderado por Nicolás Maduro de trasegar oro venezolano hacia territorio iraní a cambio de gasolina y otros servicios provenientes de ese país con quien durante la visita de Raisi se firmó un acuerdo de cooperación por $20 mil millones. Este oro se ha señalado está siendo utilizado para patrocinar las operaciones de la agrupación chiita libanesa Hezbollah que tiene operaciones a nivel transnacional.
Por otro lado, referente al Hezbollah, también se señala al gobierno venezolano de permitir el libre movimiento de personas vinculadas con dicha organización islamista a través de pasaportes falsos e incluso informes señalan desde hace varios años que además de tener presencia en la triple frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay, en Venezuela se han asentado células islamistas principalmente en el trasiego de drogas (captagón), armas y blanqueo de capitales, lo que señalaría por estas acciones al gobierno de Nicolás Maduro de administrar un narcoestado.
Esta red de crimen organizado ha sido señalada por diferentes fuentes que fue impulsada por el ex vicepresidente venezolano Tareck El Aissami, quien incluso habría promovido de diferentes “clanes” para el manejo de toda la operación. Las principales ciudades de operación son Maicao, Maracaibo, Valencia e Isla Margarita y las principales salidas son a través de los puertos de Cardón, Cabello y La Cruz, así como los aeropuertos Josefa Camejo y Simón Bolívar. En el caso de las salidas marítimas lo hacen a través de la naviera National Iranian Oil Company y en la vía aérea con Mahan Air.
En América del Sur Hezbollah, aparte de consolidarse con crimen organizado, han trabajado para crear células islamistas que se manejan de forma pasiva o se mantienen dormidas, incluso acusadas de ser el contacto interno de los atentados en Argentina en 1992 y 1994, entre estos la participación del clérigo Mohsen Rabbani de la mezquita At – Tauhid en el barrio de Floresta en Buenos Aires Argentina. Los atentados en Argentina cobraron la vida de más de un centenar de personas entre ambos ataques terroristas.
Con respecto a las relaciones de Irán con Nicaragua, los contactos buscan fortalecer los canales de cooperación entre ambos gobiernos. En el año 2018 los gobiernos de Teherán y Managua llegaron a un acuerdo de financiamiento de al menos diez mil casas de bien popular, mientras que en el 2022 se firmaron una serie de memorandos de entendimiento entre las partes para colaborar en proyectos exploración petrolera y gasífera, el desarrollo en materia petroquímica y cuestiones como refinamiento de combustibles, además de minería.
Incluso, el gobierno iraní ha mostrado interés en desarrollar un canal interoceánico en territorio nicaragüense para competir contra el Canal de Panamá, en una forma de plantarse estratégicamente contra occidente. Este proyecto fue mencionado por el anterior canciller iraní Mohammed Yavad Zarif.
El gobierno de Managua no ha escapado de la polémica por su vínculo con Teherán, el vicepresidente iraní Mohsen Rezai ha estado en este país con total libertad, pese a que sobre él existe una orden de captura internacional al estar señalado como parte en los atentados terroristas en Argentina. Esto ocasionó reclamos diplomáticos por parte de varios gobiernos de la región por la impunidad de la presencia de Rezai.
La visita de Raisi a la región tiene como meta consolidar sus relaciones con países que se ven a sí mismos como parte de un eje anti occidental e Irán que se considera uno de los líderes del “eje de la resistencia”, promueve estas relaciones porque así sortean los bloqueos de Occidente, pero a la vez se colocan en zonas estratégicas para obligar a países como Estados Unidos estar lejos del Medio Oriente donde durante años Teherán ha ido fortaleciendo su influencia y poder.
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