De todas las conclusiones e informaciones que han generado las distintas comparecencias derivadas de la investigación en torno al crédito otorgado por el BCR al empresario Juan Carlos Bolaños por la comisión legislativa nombrada para este efecto, caso conocido como el “cemento chino” o “cementazo”, hay una que, como ciudadano, me ha llamado poderosamente la atención porque tiene un hilo conductor que llama a la preocupación.
Cuando, derivado de las comparecencias ante dicha Comisión, se ha cuestionado ciertas decisiones que se tomaron en relación con la necesidad de abrir el duopolio de la explotación y comercialización del cemento en Costa Rica y la consecuente cadena de toma de decisiones, algunos de los comparecientes han repetido que ciertas decisiones se dieron por orden de la Presidencia de la República; sin embargo, a lo largo de estos meses en que se han descubierto el aparente círculo de influencia política con que se manejó la adjudicación de este crédito, el Presidente Solís ha salido al paso desmintiendo que él haya influido en esa toma de decisiones, si no que se siguieron criterios estrictamente técnicos.
Si bien es cierto el Presidente de la República no tiene que estar en medio de todo lo que pase en Casa Presidencial, sí debe estar al tanto de lo que pase en su entorno inmediato, por las implicaciones políticas de esas decisiones. Y en el caso que nos ocupa, pareciera que el Mandatario no tuvo el control de ese entorno político que paulatinamente se fue transformando en decisiones ordenadas por “la Presidencia de la República”.
Nombramientos de miembros de la junta directiva de dicha entidad bancaria supuestamente solicitados o al menos promovidos por Casa Presidencial, que el Presidente ha negado que influyó, instrucciones para realizar reformas reglamentarias sobre importación de cemento que algunos han dicho vinieron desde órdenes superiores en Casa Presidencial que también el Mandatario ha negado.. ¿Entonces?, ¿quién ha estado ejerciendo la Presidencia?
Aunque el Presidente niegue que tenga amigos en el ejercicio de la investidura, la conclusión más contundente de esta sonada investigación, que también los medios han reflejado en sus notas periodísticas, es que en ese entorno político inmediato –Casa Presidencial – hay un grupo íntimo ejerciendo una alta influencia en esa toma de decisiones. Pero lo peor sería, y ojalá no sea así, que este grupo de amigos haya estado ejerciendo “la Presidencia”, que, como sabemos por mandato constitucional le corresponde al Presidente Solís; pero sólo así se podría explicar que esas decisiones que algunos de los comparecientes han dicho ha venido de Casa Presidencial tengan sustento.
Alguien tomó las decisiones; alguien actuó en nombre del más alto poder decisorio en esa casa de cristal en Zapote. Y si no fue el Presidente, entonces, señor Presidente, antes de salir a los medios hablando de que tiene identificados a quienes supuestamente quieren desprestigiarlo, primero identifique quienes han tomado decisiones por usted, para convertirlas en esas supuestas órdenes desde Casa Presidencial. Primero debería revisar por el bien de ese juramento que prestó ante Dios ante el Pueblo costarricense el 8 de mayo de 2014, quién o quienes han venido actuando en su nombre, quiénes han estado ejerciendo la Presidencia.
No se enoje, Presidente, sólo actué de acuerdo con lo que usted mismo advirtió: con Costa Rica No Se Juega.
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