Que nuestros hijos y nietos también puedan disfrutar de nuestra Costa Rica del pura vida

Eso eso mae, tuanis, esta es nuestra Costa Rica del pura vida. Sería una maravilla que nuestros hijos y nietos puedan disfrutar también de nuestra Costa Rica del pura vida. Que también puedan disfrutar de esta nuestra democracia única y original, nuestra democracia de exportación, nuestra Costa Rica del pura vida. Pero eso solo se consigue sin violencia, sin odios y sin polarización. Está claro que todas nuestras instituciones públicas adolecen de muchos defectos, pero es que si de defectos se trata, también los 3 poderes de la República tienen muchos defectos. Entonces, por dónde empezamos, quien arregla a quien? Es el poder ejecutivo quien nombra a sus ministros y viceministros, también es el poder ejecutivo quien nombra juntas directivas y presidentes de instituciones públicas, embajadores y un sin número más de funcionarios públicos. Los partidos políticos son quienes escogen a los futuros diputados. Los diputados son quienes eligen y reeligen a magistrados y jueces del poder judicial hasta por 8 larguísimos años. Por dónde empezamos, quien arregla a quien? Para eso es un cambio de gobierno. Para que el nuevo gobierno arregle lo que haya que arreglar. Todos esos funcionarios también tienen montones de asesores que los pagamos todos los costarricenses. El problema son las personas, no las instituciones ni la institucionalidad.

A pesar de que tenemos los tres Poderes de la República como cualquier democracia, los costarricenses sentimos extraños y muy lejanos a esos tres poderes. Vamos a votar cada cuatro años en las elecciones nacionales y, sabemos que con nuestro voto, solo elegiremos a 57 personas para el Poder Legislativo y a 3 personas para el Poder Ejecutivo. En total, 60 personas electas por el pueblo, es el resultado de las rutinarias, rudimentarias, desactualizadas y aburridas elecciones nacionales. Debe ser por eso, que el abstencionismo se está tragando a nuestra democracia. Sin embargo, el más extraño y lejano es el Poder Judicial. De ese Poder no elegimos a nadie. Del Poder Judicial, lo que más conocemos son las noticias de los esporádicos salacuartazos y, de la presa de casos judiciales en trámite, que compiten con las listas de espera de la CCSS. Es obvio que necesitamos a los 3 poderes de la República más ubicados con la realidad nacional y en beneficio de todos los costarricenses. Está claro que la imperfección de nuestras leyes obviamente procede de la obvia imperfección de los legisladores que humildemente elegimos cada 4 años. No puede pretenderse que leyes perfectas sean el resultado de esos nuestros legisladores de turno. Diputados nuevos unos y repitentes otros, pero primeramente elegidos internamente en cada partido político por unas cuantas decenas de sus partidarios, antes de que todos los demás costarricenses podamos votar por alguno o por ninguno de ellos. El Tribunal Supremo de Elecciones debería exigir más y mejores requisitos a los partidos para seleccionar mejor a sus candidatos a presidentes y a sus candidatos a diputados. Al final del día, son diputados escogidos por los partidos pero terminan siendo padres de la Patria. Casi nada. Está claro que es demasiado peligroso darle mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa a cualquiera y por eso, mejor, a ningún partido político.

Los costarricenses estamos muy agradecidos con los milagros que ocurren a diario en Costa Rica. Ese es el plan A. Milagros con unas pocas convenciones colectivas a las que la Sala IV, les ha señalado como inconstitucionales algunos artículos, aunque falta aún el milagro de las sanciones. Milagro que el FEES prestó al país algunos miles de millones ociosos en el 2021, diz que para ayudar en algo con la pandemia. Milagro que aún haya medio país con alguna motivación para votar en las elecciones presidenciales y un tercio del país para votar en las elecciones municipales. Milagro que hayamos podido sobrevivir a otro gobierno más. Y así, hay miles de milagros que nos han ayudado a sobrevivir a la gran mayoría de costarricenses, a pesar de los deficientes y tradicionales últimos gobiernos. Ese es el plan A. Ojalá continúe para Costa Rica la bendición de los milagros como plan A, pero los costarricenses necesitamos urgentemente un plan B, para complementar en algo a los milagros. Para eso es un nuevo gobierno. Pero el nuevo gobierno de turno no es solo el nuevo presidente, todos los partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa son también parte del nuevo gobierno de turno. Y todos deberían estar trabajando de acuerdo con sus planes de gobierno, esos que les aprobó el TSE de previo, como uno más de los débiles requisitos que se le solicitan a todos los partidos políticos para poder participar de nuestras aun folclóricas y tradicionales elecciones. Pero no un plan B solo de opiniones y comentarios personales del Presidente, diputados y ministros. Tiene que ser un plan B de ideas y proyectos serios, sobre todo de reactivación económica, provenientes de la seriedad que se supone tienen los partidos políticos de donde salieron electos todos esos funcionarios públicos.

Nuestro país es una democracia muy frágil contra la violencia y la polarización, contra el narcotráfico, el sicariato y los femicidios. Está claro que no combina la Costa Rica del pura vida con la violencia y la polarización. Nuestra democracia es única, es una democracia de exportación. Pero la violencia y la polarización no combina con nuestro estilo de vida y nuestras tradiciones, menos con la Costa Rica del pura vida. Y la solución es muy sencilla: Solo necesitamos eficiencia en nuestras instituciones públicas y en general en los 3 poderes de la República. Con eficiencia y buenos controles en todas las instituciones públicas y en los 3 Poderes de la República, nos beneficiamos todos los costarricenses. Sin eficiencia y sin buenos controles, se benefician unos pocos en detrimento de la gran mayoría de costarricenses. De suerte que ahora con la existencia de las redes sociales, como plan C, todos los costarricenses podemos participar de este cuarto poder ampliado de las democracias, para que más pronto que tarde, todos los costarricenses y las siguientes generaciones tengamos todos los mismos beneficios, de esta nuestra democracia única y original, nuestra democracia de exportación, nuestra democracia del pura vida. Eso eso mae, tuanis, pura vida.

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