Presidente municipal y el silencio del alcalde

Las autoridades locales representan el punto de contacto más directo entre el Gobierno y los ciudadanos. Esto supone que tanto los alcaldes como las autoridades municipales son responsables de establecer y gestionar los servicios como seguridad pública, educación, sanidad y ocio.

Sin embargo, en el caso de la Municipalidad de Turrialba la figura del alcalde ha dejado de ser la figura visible para dar paso al del presidente municipal (Arturo Rodríguez) quien es quien en los últimos meses del año 2022 da la cara en las actividades en donde aunque este presente el alcalde es quien tiene la palabra.

Adicional a eso, el Movimiento Libre Por Sus Derechos del Grupo Bienestar Social Cero Discriminación y Si a los Derechos de Turrialba, es un grupo desconocido, que recientemente hizo una entrega de certificados al cuerpo de oficiales del tránsito y otros funcionarios del sector público local, dizque por su destacada labor, en una ceremonia cerrada, que no fue presidida por el alcalde, ni vicealcaldesa y tampoco presidente municipal.

Estas actividades de grupos desconocidos en el plano local y nacional, requieren crítica, necesitan ojos que los cuestionen, y que pregunten, para conocer sobre sus intenciones, porque me parece que lo más correcto es que el mismo MOPT y las otras instancias del sector público, sean quien entreguen los certificados a sus funcionarios más destacados.

Es imperativo destacar, que el alcalde Luis Fernando León, después de casi dos períodos se retirará, dejando al cantón sin el plan regulador cuya finalidad es coadyuvar con un crecimiento urbano ordenado y seguro y en materia de desarrollo ambiental, sin el basurero municipal, que se ha convertido en la mayor amenaza de contaminación cantonal, actualmente con orden de cierre porque funciona a cielo abierto e incumple con proporcionar un manejo técnico.

A manera de cierre, la Municipalidad de Turrialba, aún es una institución débil, con deficiencias en sus cuadros técnicos, con poco poder económico y un precario desarrollo de los mercados locales y regionales, con debilidades sobre la visión política del propio gobierno y, con muy poca autonomía municipal.

Las municipalidades han comenzado a tener mayor importancia política, económica y social. En este sentido, el municipio debe asumir nuevos roles, transformándose en un facilitador del desarrollo local, y generando estrategias que se traduzcan en acciones que beneficien a la comunidad en su conjunto.

El pueblo demanda de más capacidades y derechos para poder realizar sus sueños. Exige más y mejores oportunidades de trabajo y emprendimientos para surgir y los espacios correspondientes de participación social.

Finalmente, la estabilidad y gobernabilidad de la Municipalidad de Turrialba es necesaria y la oposición política que ya no se escucha ni se siente, debe ser demoledora al analizar lo que estima va contra los intereses populares en el desarrollo de la vida del cantón.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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