Una de las limitantes en la producción de cerdos son los costos de alimentación que representan entre el 80-85%. Por eso los ingenieros zootecnistas, los especialistas en nutrición animal y veterinarios deben buscar una alimentación estratégica y eficiente en una granja porcina; lo que justifica la necesidad de buscar métodos alternativos de alimentación. La energía es la fuente que permite que todos los nutrientes presentes en el alimento, se utilicen eficientemente. Si la energía es deficiente los otros nutrientes aún se suministren en forma correcta los cerdos, aunque tengan potencial genético no rinden a cabalidad para la producción de carne y la reproducción. Por eso en la mayoría de los concentrados se usa las grasas como una buena fuente de energía por ser el nutriente que genera menor calor metabólico, siendo la mejor opción en los periodos de altas temperaturas ambientales como compensación de la disminución del consumo del animal. Las grasas y los aceites animales o vegetales, son los productos mayormente utilizados como fuentes formadoras de glucosa y glucógeno. Hay otros compuestos no glucídicos productos del metabolismo de los carbohidratos y proteínas, que al igual que los lípidos, forman una nueva fuente de glucosa. El proceso bioquímico responsable de estas formaciones se denomina gluconeogénesis. Los compuestos que participan en esta actividad metabólica son propionatos, lactatos, glicoles y aminoácidos gluco formadores. Se ha encontrado que la adición de 1 a 5 % de esta grasa en las dietas de cerdos aumentan la ganancia diaria y por ende la conversión alimenticia sin afectar la calidad de la canal. Según investigaciones, estos productos generan hasta diez veces más energía que los aceites y las grasas tradicionalmente usadas. Debido a que cumple una función de acelerador del ciclo del ácido tricarboxílico en las células hepáticas (principalmente), y a su vez activa la vía aerobia del metabolismo de los carbohidratos, llamada gluconeogénesis.
