Por unas elecciones justas, libres y transparentes en Venezuela

» Por Dragos Dolanescu Valenciano - Doctor en psicología de la Universidad Alcalá de Henares.

Por unas elecciones justas, libres y transparentes; y el retorno de 8 millones de venezolanos a su hogar, Venezuela!

Venezolanos orgullosos de su Nación; ¡de su historia!

La cuenta regresiva del reloj histórico de Venezuela.

Sin precedentes, tras veinticinco años de una salvaje dictadura, el tiempo nos señala que a menos de una semana se realizarán elecciones en este país vecino del Sur.

Personalmente crecí con la idea idílica de que Venezuela era una de las pocas naciones que representaba el orgullo y reconocimiento internacional, y que a la vez era una de las perlas más importantes y destacadas de Latinoamérica. Su economía boyante, bendecida con algunas de sus grandes riquezas naturales, como el petróleo, el oro; entre otros.

Venezuela tierra bendita en su historia Patria; hombres y mujeres que lucharon y tiñeron su tierra con sudor y lágrimas para gozar de la libertad que logró bajo el liderazgo de Simón Bolívar.

Hoy las cosas cambian; existe una realidad desgarradora, un cambio radical que comenzó a partir de 1998 con la llegada del líder populista Hugo Chávez. Este expresidente de Venezuela, con su demagogia lisonjera, lograba exacerbar a los grupos populares con ese, su lenguaje coloquial y conquistador. Un Chávez, que al principio renegaba del comunismo, pero una vez cumplido su objetivo de verse sentado en el trono presidencial, fue como ver al mismísimo Fidel Castro cuando subió a la Sierra Maestra llevando un crucifijo consigo y bajando luego con la hoz y el martillo comunista!!!

Una vez asumido el poder, Hugo Chávez solicitó la guía y asesoría de cómo instaurarse a perpetuidad en el Poder a los más “conocedores” de nuestro continente: el régimen Castro/comunista de la Habana, Cuba, que ya acumula 65 años de tiranía.

Así, como un emperador, asumió el poder presidencial enamorándose de él, hasta su desenlace mortal… su gran enfermedad que se lo llevó a la tumba. Pero no dejó el poder en manos de cualquiera sino en su pupilo… Nicolás Maduro… !! quien no se destacaba por su labor: chofer de autobús, sino por su mérito de “pegabanderas “ de la dictadura de Chávez y como líder sindical entrenado en Cuba, que logró escalar puestos gubernamentales que lo llevaron a canciller y hasta vicepresidente.

Al morir su líder, en el año 2013, a Maduro se le conoce como el ser humano que más lloró ante la televisión por la partida de Chávez.

El régimen de Maduro amplió la corrupción con los llamados “Enchufados”, individuos conectados con su régimen y que se han enriquecidos ilícitamente, muchos de ellos, convertidos en millonarios de la noche a la mañana. Toda esa corrupción se ha perpetrado a costa de las riquezas naturales de Venezuela y del trabajo de millones y millones de venezolanos. Maduro no conoce la palabra vergüenza. Junto con la corrupción, Maduro ha impuesto las expropiaciones de propiedades a los empresarios que no se “ajustan” a sus intereses, así como los encarcelamientos de personas por tener ideologías diferentes a las de su régimen.

La historia idílica de Venezuela se ha tornado en historia de terror por los testimonios de quienes han pasado por “El Helicoide”, un centro comercial convertido en centro de detención; los sótanos de edificios gubernamentales como DGCIM (Dirección General de Contrainteligencia Militar) convertidos en centros de tortura, porque las cárceles ya no dan abasto.

Bajo el régimen de Maduro se violan sistemáticamente todos los derechos humanos elementales, hay privaciones de libertad porque a algún “chivato” le parece que otra persona se expresó mal del gobierno. Y, peor aún, a otros opositores los llevaban a dar un “pequeño paseo” del que podían tardar días en regresar o simplemente desaparecer del mapa, ¡sin nunca más regresar al hogar!

Somos testigos de la persecución y la difamación que Maduro ha usado contra personalidades como Henrique Capriles, Juan Guaidó, Leopoldo López y su esposa Lilian Tintori porque levantaron su voz o se han sacrificado para dar ese grito de esperanza, ese nuevo sentido de vida al “chamo venezolano”. Sus esfuerzos, que no dieron los resultados esperados, abrieron el camino a una gran mujer, una mujer gigante: María Corina Machado.

A María Corina la conocí luego de un discurso que pronuncié en el Palacio Federal de Caracas en el año 2019 por invitación del entonces Presidente Encargado de Venezuela, Juan Guaidó. Ese viaje lo hice con mis recursos personales a pesar de ser diputado de la República de Costa Rica.

Pasamos una tarde juntos conversando en una profunda discusión de la problemática venezolana y de las ramificaciones o “tentáculos“ que actualmente existen en todo el continente americano saliendo del Régimen Castro/Comunista de Cuba. Allí pude constatar, en carne propia, que ser oposición en Venezuela está reservado para los Patriotas, los valientes. El terror y el horror que se vive en Venezuela es real, porque las amenazas no son solo personales, se extienden hacia sus hijos, a sus padres, ¡¡a sus seres queridos!!

María Corina me comentó en aquel momento de plática estas y otras atrocidades, saliendo yo, plenamente convencido de haber conocido a una de las personas más valientes, más humanas y amantes de su Patria bendita.

Conocemos el hoy de Venezuela. A María Corina el régimen no la dejó participar como candidata presidencial usando su control sobre el poder judicial. A María Corina la “Inhabilitaron para cargos públicos”, una maniobra de Maduro que le teme a este calibre de mujer, pensando que así la podría sacar de su objetivo de devolverle la democracia y la decencia a Venezuela.

El talento y la habilidad política de María Corina se puso de manifiesto cuando apoyó a otra candidata de su Plataforma Unitaria Democrática, Corina Yoris, en la aspiración presidencial frente a Maduro. Y cuando Maduro, abusando una vez más de su poder, inhabilitó también a la Señora Yoris, María Corina, incansable e inclaudicable, escogió a Edmundo González Urrutia, un exdiplomático, como nueva alternativa.

Maduro se convenció de que, si inhabilitaba también a Edmundo, María Corina encontraría otro patriota para sustituirlo.

La gran sorpresa inesperada… María Corina y toda la oposición se lanzaron con todo a apoyarlo… La campaña de María Corina, por toda Venezuela, ha demostrado ser una inspiración sin límites para el pueblo venezolano, una inyección de esperanza. Hemos visto las grandes reuniones masivas a lo largo y ancho del país venezolano para mostrar su apoyo a María Corina y a Edmundo.

El pueblo venezolano ha recuperado su esperanza motivado por la valentía de María Corina. Y, aunque el régimen de Maduro y sus secuaces no cesan en sus intentos por frenar esa ola gigantesca de victoria y cambio democrático, para mí es evidente que esta fuerza de pueblo no la para nadie!!!

Las noticias en las diversas redes sociales, nos permiten ver todas las “chavacanadas” que el régimen comunista de Maduro realiza contra la campaña de María Corina y Edmundo: Obstaculiza o reprime su paso por las carreteras, les dañan sus vehículos hasta el extremo de cortarle las mangueras para dejarlos sin frenos, les prohíben obtener pasajes aéreos y les clausuran los negocios a quienes reciben a María Corina. El pueblo, con su valentía y alimentados por el grito de esperanza en el futuro, se las ingenia para ir a respaldarla en lancha, en bus, y hasta en caballo o burros!!!

Históricamente, lo que ocurre es algo nunca visto en Venezuela. La gente se lanza a las calles, los ríos de manifestantes a lo largo y ancho de las avenidas por donde el grupo opositor pasa pidiéndoles apoyo, es realmente increíble…niños, jóvenes y adultos salen a su encuentro llorando y bendiciendo las acciones y la valentía de todos ellos. Gritan pidiendo cambio y la liberación de su pueblo. A nivel internacional, también venezolanos que han emigrado, levantan su voz, ayudan a dar esperanza al pueblo… canciones, poemas, permiten acompañar a este grupo de valientes para que no desistan a pesar de las limitaciones que les ha puesto el régimen tratando de opacar sus actos, tratando de callar su voz.

Mi anhelo radica en ver prontamente una victoria democrática, un éxodo masivo de venezolanos regresando a su tierra, a sus hogares, retomando el abrazo de sus familiares y que puedan vivir libremente en la tierra que los vio nacer. Que nadie tenga que sufrir por un grupo de “enchufados” que se quieran volver millonarios a expensas de la miseria y calamidad de los demás venezolanos. Que nadie más tenga que estar en la cárcel por exigir un voto libre y democrático. Que se puedan lograr elecciones justas, limpias y transparentes….

Por el resurgimiento de una nueva Venezuela!!!!

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