Por qué fracasan los países, la inclusividad, y las libertades individuales

» Por Christian Joneliukstis - Profesor Universitario MBA en Finanzas

Hace unos años, los profesores de la prestigiosa MIT, Daron Acemoglu y James Robinson escribieron un libro titulado Por qué Fracasan Los Países. Los autores afirman que la mayoría de las enormes diferencias económicas que observamos hoy en día, surgieron durante los últimos doscientos años o sea después de la independencia de los países de América. Los autores hacen énfasis en la crucial relación entre prosperidad e instituciones económicas inclusivas que velan por los derechos de propiedad de empresas e individuos, y que a su vez crean igualdad de oportunidades, fomentando la inversión en habilidades y nuevas tecnologías. Pero, ¿qué son las instituciones extractivas/no inclusivas?

Son aquellas instituciones que benefician solo

a unos pocos y estos pocos las utilizan para obtener poder, consolidar el control y el poder político. Los ejemplos más cercanos que tenemos de países donde esta perniciosa situación ocurre son Venezuela, Nicaragua y Cuba. No solo en Venezuela, Nicaragua y Cuba tenemos instituciones extractivas, China es un gran exponente de este tipo de instituciones, donde ya vemos como el crecimiento empieza a perder fuerza rápidamente.

Las instituciones extractivas, características de los regímenes autoritarios, no producen bienestar para los ciudadanos debido a:

  1. La destrucción creativa que es parte integral de la innovación y que sustituye lo viejo por lo nuevo, es impensable bajo instituciones extractivas porque desestabiliza el control político
  2. La capacidad de quienes controlan las instituciones extractivas de beneficiarse a costa del resto de la sociedad, implica que el poder político bajo las instituciones extractivas es muy codiciado y es así como las luchan para obtener ese control son Por lo tanto, siempre habrá grandes fuerzas en las sociedades con instituciones extractivas que conducirán hacia la inestabilidad política

Los países fracasan porque fallan en la creación de incentivos para que las personas ahorren, inviertan e innoven. Por el contrario, las instituciones democráticas e inclusivas defienden el derecho a la propiedad, el respeto por la ley, la seguridad ciudadana y el derecho a emprender actividades sin absurdos impedimentos.

Estas ideas aquí planteadas, están muy cercanas al pensamiento liberal que defiende la economía de mercado como único sistema de creación de riqueza y prosperidad, donde el orden legal debe ser eficiente para garantizar la propiedad privada, el respeto de los contratos por medio de poder judicial honesto, capaz e independiente del poder político. Sin estas condiciones la corrupción prospera privilegiando a una minoría, resultando en un serio menoscabo de las grandes mayorías.

El liberalismo siempre da prioridad al consumidor, al productor, al individuo y al ciudadano que padece de los males creados por las instituciones extractivas no democráticas. Algunos creen que los liberales queremos suprimir el Estado. Todo lo contrario, es necesario un Estado fuerte y eficaz, y a la vez eficiente (lo que implica que su tamaño debe ser limitado).

El Estado liberal debe asegurar la libertad, el orden ciudadano, el respeto de la ley, y tal vez lo más importante de todo, la igualdad de oportunidades. La igualdad de oportunidades no implica la igualdad económica y social, ya que depende de cada individuo como esa igualdad de oportunidades es aprovechada.

La igualdad de oportunidades es provista, principalmente, por un sistema educativo de alto nivel que brinda un punto de partida igual para todos, que luego inevitablemente resulta en legítimas diferencias de acuerdo al talento, el esfuerzo y el servicio que cada individuo presta a la comunidad. Muchos de los problemas sociales que estamos viviendo en Costa Rica, incluida la crisis de seguridad ciudadana que hoy tanto nos preocupa, tiene su raíz en un sistema educativo que no provee un punto de partida común a las generaciones de jóvenes que hoy en día están atrapados en las redes de la delincuencia y el narcotráfico.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@nuevo.elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

Últimas noticias

Te puede interesar...

Últimas noticias