Por qué 3.75% de anualidad para la UCR? Y, además, ¿retroactivo? ¿Y los demás trabajadores de Costa Rica? ¿Y la solidaridad? Y, el mal ejemplo de los privilegios sin fin?

En Costa Rica no podemos seguir mal interpretando nuestras humildes leyes, dado que los recursos económicos de nuestro país solo provienen de dos únicas fuentes: de los diversos impuestos a las personas físicas y jurídicas y de la inmanejable e impagable deuda pública, con la enormidad también de sus intereses. Ahora resulta que también para mejorar la razón financiera de la deuda pública con el PIB, en el Ministerio de Hacienda han encontrado que es más fácil obtener una buena razón financiera, entre otras cosas, reduciendo la inversión social en la educación pública primaria y secundaria, reduciendo también el presupuesto en seguridad y no pagando la enormidad de deuda que existe desde hace muchos años con la Caja Costarricense del Seguro Social. Excelente que el nuevo gobierno nos informe de todo lo malo que han hecho los gobiernos anteriores. Pero solo con informarnos no es suficiente. La mayoría de costarricenses sabemos mucho de todo lo malo que han hecho y dejado de hacer, todos los anteriores gobiernos. Pero el cambio de gobierno precisamente es para que su plan de gobierno venga a corregir todo lo malo anterior y, además, que imponga nuevas y mejores leyes para prevenir que no volvamos a tener malos gobiernos. Para eso es un cambio de gobierno. Pero el nuevo gobierno también está claro que no es solo el nuevo presidente. Todos los diputados son también parte del nuevo gobierno y deberían estar corrigiendo todo lo malo de los gobiernos anteriores y estableciendo nuevas y mejores leyes para prevenir que no volvamos a tener malos gobiernos. El quiebre del voto que hacemos tradicionalmente los costarricenses es porque no confiamos en nuestros gobernantes y en los 3 poderes deben conseguir las mayorías necesarias mediante acuerdos entre los diversos partidos políticos.

La eficiencia es el motor del mundo. Nuestra ineficiencia de la justicia y en todo lo demás, fomenta la injusticia y la violencia. Con eficiencia y buenos controles en todas las instituciones públicas y en los 3 Poderes de la República, nos beneficiamos todos los costarricenses. Sin eficiencia y sin buenos controles, se benefician unos pocos en detrimento de la gran mayoría de costarricenses. Para eso es un cambio de gobierno. Hay que hacer lo que hay que hacer. No puede ser que todas las sanciones que hay que ejecutar para defender al Estado y por ende a sus habitantes, a todos los demás costarricenses, tarden años y años y hasta prescriben: la trocha, el cementazo, el caso cochinilla, el caso diamante, ahora en este gobierno el caso barrenador y otros casos, los privilegios de las convenciones colectivas del sector público, el combustible de los diputados y otros funcionarios públicos, las pensiones de lujo, los pagos de más dizque por errores en las planillas del ministerio de educación y otras instituciones públicas, las repúblicas independientes, el abandono de la educación pública primaria y secundaria por privilegiar al FEES, carreteras y hospitales en lento proceso, en fin. La eficiencia es el motor del mundo. Nuestra ineficiencia de la justicia fomenta la injusticia y la violencia. Nuestra justicia no avanza porque hay inmunidad. Pero tampoco avanza si no hay inmunidad. El problema son las personas, no las instituciones ni la institucionalidad. Otro gobierno y nada se hizo para normalizar los abusos de las repúblicas independientes como las universidades públicas que exigen ingresos a manos llenas pero ni siquiera consideran la injusticia contra los demás trabajadores de Costa Rica.

Ya no es suficiente que el TSE siga solo garantizando el conteo de los cada vez menos votos de nuestras elecciones nacionales. Ya no es suficiente que la Asamblea Legislativa siga produciendo leyes con una gran cantidad de portillos que las hacen ineficientes. Ya no es suficiente que el Poder Judicial insista en seguir compitiendo con la CCSS alargando las interminables listas de espera, en este caso, de resolución de expedientes judiciales. Ya no es suficiente que la Defensoría de los Habitantes insista en hacer estudios para solo emitir opiniones y recomendaciones que nadie le hace caso. Ya no es suficiente que la Sala IV insista en seguir esperando que seamos los demás costarricenses los que les digamos lo que tienen que hacer para que nuestras leyes y los artículos constitucionales cumplan con su obvio propósito de defender a Costa Rica y a todos los costarricenses. Ya no es suficiente que las universidades públicas sigan insistiendo con la necedad de la injusticia como repúblicas independientes. Las personas que tienen el honor de recibir sus salarios, honorarios y privilegios en todas esas instituciones también son ciudadanos costarricenses, que con más conocimiento de causa, saben qué hay que hacer y cómo hacerlo para cumplir con la misión y la visión original en la creación de esas instituciones. Ya no es suficiente para estas instituciones públicas solo cumplir y celebrar aniversarios. Es obvio que la eficiencia requiere de mucha capacidad o mucha experiencia y, para obtener buenos resultados para el país y por ende, para todos los costarricenses, también se requiere patriotismo y líderes ejemplares. ¿Por qué 3.75% de anualidad para la UCR? Y, además, ¿retroactivo? ¿Y los demás trabajadores de Costa Rica? ¿Y la solidaridad? Y, el mal ejemplo de los privilegios sin fin?

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