La actividad política, debe realizarse con espíritu de servicio. (Juan Pablo II)
4 de octubre: Banderazo de salida, para que, el 4 de febrero del 2024, se vote, para seleccionar alcaldesas o alcaldes, regidoras y regidores, síndicas y síndicos, concejales de distrito, y jerarcas de las intendencias e integrantes de los Concejos Municipales de Distrito. Sí, llegan las campañas de candidatas y candidatos de diversos partidos políticos.
Llegan meses de urgentes responsabilidades democráticas (tiempo para: el hacer positivo… por los hechos positivos); tiempo para la reflexión, la aprobación o el rechazo racional. Tiempos, incluso, para aprobar o protestar -“castigar”- con el voto, las acciones o inacciones del gobierno cantonal o del nacional. Castigar mentiras, engaños y populismos; y aprobar las verdades, la transparencia, y la responsabilidad política. Aprobar hechos positivos, y votar contra las falsas palabras y los hechos negativos; incluso, por ejemplo, votar contra la violencia y la muerte.
Tiempos para informarnos sobre el gobierno municipal, y sobre los deseos y los planes de quienes quieren continuar o iniciar como autoridades del gobierno local.
Como información general, cito normativa, que recordará:
De nuestra Constitución Política: “ARTÍCULO 169.- La administración de los intereses y servicios locales en cada cantón, estará a cargo del Gobierno Municipal, formado de un cuerpo deliberante, integrado por regidores municipales de elección popular, y de un funcionario ejecutivo que designará la ley.”.
Del Código Municipal: Artículo 1°.-El municipio está constituido por el conjunto de personas vecinas residentes en un mismo cantón, que promueven y administran sus propios intereses, por medio del gobierno municipal.
Artículo 55. – Los Concejos de Distrito estarán integrados por cinco miembros propietarios; uno de ellos será el síndico propietario referido en el artículo 172 de la Constitución Política y cinco suplentes de los cuales uno será el síndico suplente establecido en el referido artículo constitucional (…).
De la Ley General de Concejos Municipales de Distrito: Artículo 6°-Los concejos municipales de distrito estarán integrados, como órganos colegiados, por cinco concejales propietarios y sus respectivos suplentes, todos vecinos del distrito; serán elegidos popularmente en la misma fecha de elección de los síndicos y por igual período (…). Fin de citas.
– Como elector, considero elemental no olvidar: lo importante del pensamiento y hechos probados de quienes aspiran, así como el quehacer de los partidos políticos que representan y los respaldan.
Importante la visión nacional del partido y, la visión real de lo que necesita el cantón y requieren sus habitantes. Esencial la verdad que refiera cuáles son las responsabilidades municipales, y cuáles las del gobierno nacional.
Que no se prometa lo que no corresponde al accionar y realidad municipal. Eso sí; mucha coordinación para compartir y hacer en conjunto (lo de, por ejemplo, seguridad, salud, educación, generación de empleo, infraestructura en general, recreación y cultura, protección de la naturaleza, resguardo de la casa común).
Mucha participación, y menos abstencionismo; votos, muchos votos (incluso -si se quiere- a favor de los partidos de gobierno y en contra de ellos, e igual respecto a los de la oposición. Que se castiguen las promesas no cumplidas… sin olvidar que: “por sus hechos los conoceréis”. Debate, mucho debate respetuoso.
Y, para el respetuoso debate: Considero que Costa Rica requiere más acciones socialcristianas, como las ya probadas y muy destacadas (del antes y del ahora): Caja del Seguro Social, Universidad, Código de Trabajo, Garantías Sociales, y -entre muchas- las relativamente recientes: bono gratuito de la vivienda, hogares comunitarios, Ley de Paternidad Responsable, Ley de Protección al Trabajador. Todas acciones socialcristianas de sana economía y justicia social.
El socialcristianismo ha gobernado para el bienestar general: juntos en lo cantonal y nacional; y, es deber hacer más. Es responsabilidad del socialcristianismo evitar desgobiernos.
El socialcristianismo: mujeres, hombres, jóvenes y no tan jóvenes; expresidentes, dirigentes nacionales y sectoriales, provinciales, regionales, cantonales, y distritales: debemos promover y apoyar a candidatas y candidatos del socialcristianismo -que sean amantes de la dignidad humana, la justicia social y el bien común-; -no de su interés particular- (votar por la verdadera socialcristiana y el verdadero socialcristiano, que: objetivamente, tenga posibilidades reales de servir).
Que cada socialcristiana y socialcristiano, desde su comunidad, impulse esta imperiosa responsabilidad del socialcristianismo, procurando el reencuentro solidario en pro de los sagrados intereses de la persona humana. Sirva el pensamiento de Juan Pablo II, para reflexionar y hacer: “Que todos sean uno. Es necesario pasar de una situación de antagonismo y de conflicto a un nivel en el que uno y otro se reconocen recíprocamente como asociados”.
– Cuatro años atrás se realizaron las municipales, y los resultados indican que el socialcristianismo (en racional cooperación) tendría más presencia en gobiernos cantonales: más concejales, intendentes, síndicas, síndicos, regidoras, regidores, alcaldesas o alcaldes. Más presidencias y vicepresidencias municipales. Más mujeres y hombres, promoviendo riqueza económica para el bienestar social; integrando para la cooperación comunal y sectorial.
El respeto a la dignidad humana, la justicia social y el bien común, es responsabilidad ineludible del socialcristianismo: de cada simpatizante, de cada partidario, de cada dirigente, de cada líder, de todo representante. Recordemos del Papa Francisco: “que siempre se mire ¡el bien que puede unirnos!
Es tiempo de hacer: por mi parte votaré por hechos positivos; votaré, en nuestro cantón San Pablo de Heredia, (por los ya probados), votaré y apoyaré a las y los socialcristianos del PUSC. ¿Y usted? Usted seleccione -con el alma en la mano- lo mejor para su familia y vecinos. Para que, como señaló Juan Pablo II “ayudar a lograr un bien común donde todos puedan prosperar”.
¡Por el bien común… construyamos unidos!
No se abstenga. Hagamos el voto útil. No bote su voto.
