Nuestro pueblo más fraccionado

» Por Marvin Herrera Araya - Exministro de Educación

Hans Kelsen en su artículo “Positivismo Jurídico y Democracia” (1993), al referirse al concepto de pueblo trae a colación afirmaciones como las siguientes: “… no hay precisamente nada más problemático que aquella unidad designada con el nombre de pueblo. Fraccionado por diferencias nacionales, religiosas y económicas, representa – según criterio sociológico – más bien una aglomeración de grupos que una masa compacta de naturaleza homogénea. // Solo puede considerársele como unidad, en sentido normativo, pues la unidad del pueblo como coincidencia de los pensamientos, sentimientos y voluntades y como solidaridad de intereses, es un producto ético-político, … // En definitiva, la unidad del pueblo es solo una realidad jurídica …”.

Selecciono ese texto, para referirme al fraccionamiento de nuestra sociedad costarricense, ya que en Democracia sí es posible que los ciudadanos, naturalmente, se organicen libremente y sin presiones en diversas sociedades. Es lo que en la ideología socialcristiana se denomina sociedades intermedias, las cuales surgen tanto por la necesidad o propósito de las personas de alcanzar, lícitamente, objetivos comunes, cuyos miembros no los podrían alcanzar individualmente, como para influir en las decisiones de los gobernantes que les afectan. Es el caso de sindicatos, cooperativas, asociaciones solidaristas, de desarrollo comunal, cámaras, partidos políticos, colegios profesionales y otras.

El fraccionamiento mencionado que va más allá de la Democracia Representativa y se aproxima a la Democracia Participativa, se fundamenta en los derechos a la libertad y de asociación con fines lícitos de los miembros de nuestra sociedad, garantizados en nuestra Constitución Política.

En la década que termina, los costarricenses estamos viviendo otros fraccionamientos PROVOCADOS por movimientos ideologizantes, como estrategia para disociar, polarizar, sembrar odio, inquina, confrontaciones de clases, alejándose de la naturaleza humana, de la Creación y de valores y tradiciones democráticas y cristianas. ¡Fraccionamiento guiado por la Agenda del Socialismo del Siglo XXI!

Los costarricenses estamos viviendo, lastimosamente, reales y desestabilizadores fraccionamientos de nuestra sociedad, para lo cual es pensable que recurran a la Teoría de la Ventana de Everton, los cuales alteran la tranquilidad, convivencia y paz sociales. Véase este breve recuento.

La polarización inducida con la propaganda política en las elecciones del 2018, entre personas de fe católica y defensores de Nuestra Patrona Nacional, la Virgen de los Ángeles, y otros  credos religiosos, que le da el gane a Carlos Alvarado Quesada con el resultado final del escrutinio.

La constante calificación de racistas, xenofóbicos, homofóbicos,  por parte del gobierno, a quienes combaten la corrupción, los yerros, los enredos, las contradicciones y decisiones de autoridades superiores, para desviar la atención del pueblo de temas sustantivos para la vida nacional.

La persistencia del PAC por lograr, previo a las elecciones nacionales de 2018, el apoyo jurídico para la población LGTBI con la resolución de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que daba vía libre al “matrimonio gay”, frente a los heterosexuales.

El aborto – el gobierno ya firmó la llamada “norma técnica” – y la eutanasia que siguen enfrentado a costarricenses pro-vida, con quienes promueven la muerte de inocentes y la muerte inducida.

La introducción de la Ideología de Género en las instituciones educativas a cargo del MEP, a contrapelo de quienes la rechazan y defienden la Patria Potestad y el valor natural de la dignidad humana.

El añejo conflicto entre los “taxis rojos” y otras plataformas de transporte colectivo, que el gobierno no resuelve definitivamente: incapacidad o estrategia para polarizar a quienes se ocupan en esta actividad.

La agudización de la pugna entre las fuerzas sindicales y las empresarias, como si no fuera posible coexistir en Democracia, con las Garantías Sociales, el Código de Trabajo, leyes relacionadas y nuestra Carta Magna.

La instigación propia del socialismo de enfrentar a pobres contra los ricos – la clase media en extinción -,  la que empieza a caminar en Costa Rica en virtud del  crecimiento de la pobreza y la pobreza extrema.

El enfrentamiento entre empleados públicos y privados, sindicatos y empresarios, agudizado a raíz de la actual crisis económica.

Se percibe, en este gobierno, una corriente política antidemocrática que busca la confrontación violenta e irreconciliable de sectores y ciudadanos de nuestra sociedad, con propósito de transformarla en un archipiélago de minorías que disocian y quiebran la armonía y paz social, valores con los que hemos vivido el natural y lícito fraccionamiento social.

Esta PROVOCADA FRAGMENTACIÓN en minorías propicia, políticamente, la manipulación, el control, la confrontación y la dependencia del Estado. También, ha de pretender la eliminación de las mayorías y destruir la vida democrática de los costarricenses, cometido propio de ideologías socializantes. Es muy preocupante que con el PAC estemos viviendo un provocado fraccionamiento social, que destruye el primado de la mayoría, principio esencial de la Democracia, altera tradiciones costarricenses y valores que han signado nuestra sociedad y anula necesarias interrelaciones humanas, basadas en la tolerancia y el respeto a derechos de mi prójimo.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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