No podemos jalar un mecate con más de 2 lados…

» Por Mtr. Nilsen Buján - Consultor Empresarial y Deportivo

Fotografía de RDNE Stock project.

Cuando en la escuela el profesor de educación física, Minor, sacaba de la bodega un mecate, largo, pesado, muchos sabíamos que se venía el juego de la fuerza. De quien pasaba una raya en el suelo era el vencedor, se venía el juego de tensar, de hacer que tus compañeros se cayeran para quitarles la fuerza, y quedarnos con todo el mecate de un lado. Sólo era pensar en tirar, tirar y tirar con toda la energía posible. No nos importaba pensar en otra cosa.

Hoy, ese juego se transformó.

Ese mecate tiene dos lados, dos términos, dos puntas, como usted lo quiera poner, y conlleva que llegar a derrotar a su rival deberá de ponerse creativo, disruptivo, pensante, y tener la capacidad de unir criterios, escuchar a su grupo, tomar decisiones en el momento y otras a mediano plazo, si tienes metas, sino déjalo pasar.

El juego se transformó en la actualidad, porque ya no es una persona que toma la decisión de jalar con fuerza, y que les “grita” a todos hacia donde hacer las cosas, sino que entre todos se comunican para intercambiar visiones de cómo vencer las tareas pendientes, los muros frontales y pasar a la siguiente etapa.

Cuando el profe Minor se acercaba y nos decía: “vean muchachos, de tanto tirar y tirar nos quedamos sin mecate, y ahora reponerlo van a durar días”. Muchos nos quedábamos sin que hacer, otros nos pusimos a idear en un nuevo juego. Siempre colectivo y competitivo, porque era lo que nos apasionaba.

Hoy quedarte sin ese mecate podría traer serias implicaciones para el negocio, el equipo de fútbol, el partido político, el grupo de equipo de ventas, entre otros. No se trata de tirar y tirar, sin quedarse con el mecate conductor de buenos proyectos, ideas, programas de desarrollo, y otros que son impulsados desde dos lados muy productivos y provechosos para un país, sociedad y comunidad.

Si bien, desde un principio se ponen las reglas del juego, las mismas pueden variar conforme se avanza, pero la base no se debe variar por más nuevos integrantes, jugadores y personalidades que se integren. Todo lo contrario, deberán ser quienes fortalezcan el propósito, el fin último de tener un mecate con dos lados ganadores.

Ver a mis compañeros de aula salir corriendo en los recreos para buscar al profe Minor, y preguntarle si la directora había comprado el mecate, y que nos dijera que sí, era una nueva dosis de pensar cómo ganar, pero también él siempre nos decía: “yo les aviso cuando jugamos de nuevo, no es cuando ustedes quieran, hay reglas”.

Tener hoy la capacidad de humildad, escucha activa, pensamiento crítico, estratégico, y disruptivo que en la vida ese mecate se puede llamar de diferentes formas, y que cada uno de nosotros tenemos la gran tarea de idealizarlo, interiorizarlo y potenciarlo a través de buenas prácticas, acciones y metas claras.

Sugerencia de un jugador de escuela, colegio, universidad, emprendedor y empresarial “No intente jalar el mecate sólo, y no lo jale con más de 2 lados, porque se le va a reventar y no tendrá como reponerlo”.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

Últimas noticias