Negarse a que le realicen la prueba de alcoholemia será castigado con una multa de ¢306.850, una vez que entre en vigencia la reforma a la Ley de Tránsito, que aprobamos este lunes en el plenario legislativo.
La reforma es importante en la lucha por detener los accidentes de tránsito y las muertes en las carreteras, y la multa por rehusarse a practicar la alcoholemia contribuirá a impedir que más conductores quieran evadir su responsabilidad.
En la actualidad, algunos conductores se niegan a realizar la prueba. La evitan, en la mayoría de los casos, para tratar de librarse de evidencias de su consumo de licor, y aunque todavía habrá quienes rehúsen hacerse la alcoholemia, tendrán una multa de las más altas.
Los accidentes de tránsito están entre las principales causas de lesiones, fallecimientos y de incapacidad en el país, y quizá como sociedad no le hemos puesto la atención que ameritan.
Por eso, la reforma aprobada a la Ley de Tránsito llega en un momento que no sólo es oportuno, sino que también llega en un el tiempo necesario.
La reforma trae otras sanciones. Multa con ¢306.850 a quienes provoquen ruidos con la mufla y a quienes sus vehículos emitan gases por encima de lo permitido.
Multa con ¢104.600 al conductor que lleve en un vehículo más pasajeros de los permitidos y al que lleve pasajeros en el cajón o en la cabina de sus vehículos. La única excepción se dará para vehículos tipo pick-up, en caso de que trasladen trabajadores del campo por caminos rurales.
Se multará con ¢51.316 colones al conductor que irrespete las señales de tránsito fijas, verticales u horizontales, y a quien irrespete las indicaciones de un oficial de tránsito.
Otro cambio a la Ley es una multa de ¢21.992 colones al propietario del vehículo que sea puesto en circulación sin los documentos exigidos en la Ley de Tránsito o sin licencia de conducir.
Además, los Policías de Tránsito podrán decomisar vehículos que se parqueen frente a hidrantes o propiedades privadas, al tiempo que le aplicarán la multa que ya está fijada en la Ley de Tránsito.
Con esta reforma, queremos ordenar la convivencia, sancionar la irresponsabilidad pero, sobre todo, contribuir a evitar más accidentes y muertes en nuestras vías.
No se logrará sólo con las sanciones. También se requiere mayor consciencia y mejor actitud al conducir. Espero que como país lo logremos.
