Ministerio de Cultura Militar

» Por Ernesto Calvo - Historiador y sociólogo

La cultura es ese lugar donde reconocerse en la diversidad. Por eso en Costa Rica, como en cualquier otro contexto nacional, no existe una única cultura sino múltiples, que confluyen y se enriquecen mutuamente: las provenientes de las costas, tan diferentes entre sí (Guanacaste, Puntarenas, Limón), las del Valle Central, también tan diversas. Confluyen además las herencias históricas, sociales, antropológicas: la población originaria, la africana, la europea, la de los mestizos nacidos en el país y los naturalizados porque han decidido contribuir al país que los acogió y ha dado oportunidades que no tuvieron en su país de origen.

Pertenezco a este último grupo. Llegué a Costa Rica en 1998, a realizar una maestría en sociología con énfasis en políticas públicas, y decidí quedarme en mi patria de acogida, luego de ser expulsado por motivos políticos de mi patria de origen, Cuba. Desde el año 2000 he ejercido la pedagogía y he trabajado o colaborado con instituciones artísticas y culturales del país.

En 2021, a partir de una invitación por mi trayectoria profesional, decidí integrarme al equipo que articuló las líneas estratégicas del sector Cultura del PPSD de Rodrigo Chaves, cuando aún era un desconocido y el partido tenía un apoyo de apenas el 2% del electorado. Me afilié a sus ideas por convicción, porque en su breve paso por el Ministerio de Hacienda y sus incipientes propuestas para el país, consideré que era el presidente que necesitaba Costa Rica.

Con igual entusiasmo me incorporé como viceministro de cultura en mayo de 2022 al equipo del Ministerio de Cultura y Juventud, con la esperanza de contribuir desde donde más conozco profesionalmente, a los destinos del país. Esa pretensión se vio truncada apenas 3 meses después, cuando me negué a destituir arbitrariamente al director del Centro de Producción Cinematográfica y otros aspectos institucionales que denuncié.

En ese momento la ministra del MCJ alegó que me despedía por ¨perdida de confianza¨ y no ¨alinearme¨ con sus posiciones, a pesar de que le argumenté el por qué destituir al funcionario aludido no solo era arbitrario, sino además contraproducente para el sector afectado -el audiovisual- y en general para el ministerio y el sector cultural. El tiempo me ha dado la razón, o la ministra resulta muy poco consecuente, porque el director del Centro de Cine aún permanece en el cargo, a pesar de que la ministra tiene la capacidad actual de prescindir de sus servicios.

Durante estos meses, he guardado silencio sobre las derivas del Ministerio de Cultura y Juventud, pero la reciente destitución de cuatro importantes funcionarios de espacios claves del ministerio, elegidos por la propia ministra hace muy poco, junto a los constantes cambios y destituciones que ha sufrido la institución en apenas un año, me ratifican el criterio que expuse en agosto de 2022: la ministra de cultura y juventud no posee ni los conocimientos sobre el sector cultura, ni las capacidades profesionales para estar al frente de un ministerio con un pequeño presupuesto pero complejo y especializado, que necesita generar confianza y empatía, tanto hacia los funcionarios del ministerio mismo como en el sector cultural en su totalidad.

La destitución reciente de esos cuatro funcionarios de confianza, a través de una carta-machote única, solo con los nombres cambiados y sin ningún argumento más allá de que no se ¨alinean¨ con sus posiciones, sin que mediara una comunicación anterior para informarles previamente al menos, denotan una falta de tacto incompatible con cualquier jerarca que quiera establecer un liderazgo que no se sustente únicamente en la arbitrariedad y las amenazas.

Este método de destitución express, sin justificar porqué se produce, de profesionales con probada experiencia en sus ámbitos de trabajo, no solo resulta una manera de despido poco profesional y anti-ética, sino además una advertencia velada al resto de funcionarios de confianza o permanentes del ministerio, que sus puestos están a merced de las decisiones antojadizas de la jerarca.

La ¨hoja de ruta¨ y el supuesto ¨alineamiento gerencial¨ con las estrategias del gobierno de Rodrigo Chaves a los que alude la ministra, luego de un año de trabajo son inexistentes, o al menos no ha tenido la capacidad de comunicarlas públicamente, como corresponde a cualquier jerarca y ministerio en un gobierno de elección popular, que cobra un salario que pagamos todos los costarricenses. Aparte de los despidos y remociones constantes, instituciones sin dirección, presupuestos que no se conocen, hacen de ese ministerio una institución a la deriva, sin estrategias ni rumbos precisos.

En el siglo XIX, el político y escritor cubano José Martí le expresó al valeroso militar Antonio Maceo, que precisamente vivió exiliado en el pacífico costarricense, ante una controversia de cómo dirigir la guerra de independencia, que un país no se gobierna como se dirije un campamento militar. Costa Rica decidió en 1948 abolir su ejército, un ejemplo ante Latinoamérica y el mundo que la ha hecho singular, diferente, única.

La cultura no se dirige a golpe de ordenanzas y obediencias militares, sin siquiera dar una explicación mínima de porqué se toman decisiones, mucho más cuando eso involucra a profesionales que han sido elegidos precisamente por la jerarca que los está destituyendo. La cultura no solo es imprescindible e inevitablemente diversa, sino que es -y debería ser- abierta, incluyente, democrática.

Tengo esperanza de que el presidente Rodrigo Chaves, así como ha acometido importantes cambios y reformas tan necesarias al país, sea capaz de pedirle cuentas a esos funcionarios que ha designado y que no están cumpliendo los mandatos del soberano.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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