¿Migrantes? ¡Son nuestros hermanos!

» Por Mons. José Manuel Garita Herrera - Obispo de Ciudad Quesada

Hace pocos días, el Papa Francisco lanzó su mensaje con ocasión de la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado que se celebrará el 29 de setiembre de 2019. “Las personas migrantes, refugiadas, desplazadas y las víctimas de la trata, se han convertido en emblema de la exclusión porque, además de soportar dificultades por su misma condición, con frecuencia son objeto de juicios negativos, puesto que se las considera responsables de los males sociales”, destacó el Santo Padre.

En medio de lo que el Papa ha llamado también “la globalización de la indiferencia” es nuestro deber cristiano cuidar de estas personas que salen de los países en que nacieron en busca de oportunidades, más aún, muchos de ellos, salen de sus países huyendo de guerras y situaciones precarias que impiden el desarrollo humano.

No obstante, muchas veces nuestra actitud no es la mejor de frente al otro, que también es persona, que es nuestro hermano, y que como Jesús diría “fui forastero y me acogisteis” (Mateo 25, 35).

“No solamente está en juego la causa de los migrantes, no se trata sólo de ellos, sino de todos nosotros, del presente y del futuro de la familia humana”, dice el Papa, a quien debemos escuchar, y a quien las naciones, sobre todo las más poderosas, deben poner atención cuando se refiere a un problema mundial de este tipo.

Son muchas las noticias que nos golpean sobre los millones de personas migrantes. Y en ocasiones, nuestra actitud en comentarios, nuestra presencia en redes sociales, o bien, la sola indiferencia, en nada contribuye a fomentar el clima de paz y respeto que merece todo ser humano.

Un informe reciente de la Organización de Naciones Unidas (ONU), revelado el mes anterior, habla de que más de 70 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares debido a la violencia o la persecución. Según el organismo es un nuevo récord histórico provocado por la crisis migratoria mundial.

Este informe revela, por decirlo de alguna manera, tres niveles: los refugiados, que alcanza ya la cifra de casi 26 millones de personas; las personas que solicitan asilo, casi cuatro millones; y el mayor número es el de las personas que se desplazan internamente en su país y que supera los 41 millones de personas. Esta última cifra, crece a razón de 37 mil personas diariamente.

El Papa nos llama a ver los signos de los tiempos en todas estas personas, y sabemos que en Costa Rica nos topamos precisamente con seres humanos que ven en nuestra nación, una posibilidad para vivir mejor, o en ocasiones, un país de paso, por el cual transitan hacia otros sueños u objetivos.

“A través de ellos, el Señor nos llama a una conversión, a liberarnos de los exclusivismos, de la indiferencia y de la cultura del descarte. A través de ellos, el Señor nos invita a reapropiarnos de nuestra vida cristiana en su totalidad y a contribuir, cada uno según su propia vocación, a la construcción de un mundo que responda cada vez más al plan de Dios”, dice el Papa.

De frente a esta realidad, ¿cuáles son nuestras actitudes? ¿Somos reflejo de Cristo? ¿Miramos en el otro a nuestro hermano? ¿Acogemos al que viene de afuera? Meditemos y pidámosle al Señor sabiduría y fuerzas para ayudar en nuestra sociedad a cambiar la mentalidad sobre nuestros hermanos migrantes y también, pidamos para que se construyan políticas de desarrollo humano e integral entre países, para solventar lo que es una verdadera crisis humanitaria.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, fotocopia de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

Últimas noticias