Este día recordamos que Luis Alberto Monge cumpliría 94 años. Él fue un hombre sereno. Lector y conversador. Su obra política rompió esquemas. De campesino a presidente de la República.
En su presidencia se rescató al país de la crisis económica de 1980. Para ello, integró los mejores equipos humanos para lograr un extraordinario resultado en lo económico y un efectivo plan de compensación social. Levantó a la empresa nacional y fortaleció el cooperativismo. Consolidó el solidarismo. Se rompió el viejo esquema del monocultivo y abrió el camino para la multiplicación de productos de exportación.
Su labor, al liderar la nación fue equilibrada en decisiones y acciones.
En medio de la turbulencia social producto de guerra de guerrillas que desangraba a los hermanos pueblos de Centro América, por la ocupación de las fuerzas militares enfrentadas en la guerra fría, la respuesta del Presidente Monge fue la declaración de la Neutralidad activa, perpetua y no armada ante los conflictos bélicos. Siempre enfatizó que la neutralidad no era política pues Costa Rica siempre estaría al lado de la democracia.
Su vida fue una declaración de amor a la Patria en el quehacer de la política. Por la democracia, la justicia y la libertad.
Al cerrar su ciclo de vida y de su participación en la política costarricense abogó por el amor al prójimo como su máxima aspiración.
En sus últimos discursos fue enfático al señalar que debíamos seguir el camino de amor por Costa Rica, amor por la democracia, amor por la justicia, amor por la libertad, amor hacia el prójimo.
(*) Ricardo Castro Calvo fue asistente del Presidente de la República, Luis Alberto Monge 1982-1986.
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