Lo que más llamó la atención a la mayoría de los costarricenses, durante estas recién pasadas elecciones, es la gran cantidad de partidos políticos que participaron para nombrar presidente, vicepresidentes y diputados. Si bien es cierto que esta sobrepoblación de candidatos y partidos políticos puede ser justificada en aras de la democracia y la participación ciudadana, la realidad es que los electores se confunden debido a que el mensaje de sus propuestas se diluye entre tantísimas opciones. Esto sin mencionar el aumento en los costos de la contienda electoral.
Desde hace muchas décadas, los diputados se eligen por medio de listas nacionales. La consecuencia es que los electores no saben quiénes son los diputados por los que están votando, al ser elegidos por arrastre de los candidatos a la presidencia. Por esta razón, es que algunos candidatos de algunos partidos se han postulado tanto para presidente como para diputado. Creo que la recientes propuesta para prohibir esta doble postulación, no es la forma correcta de enfrentar esta problemática. Prohibir, generalmente, no es la solucionar para ningún problema. La solución siempre es ir a la raíz y a la causa. La causa de la doble postulación y esta proliferación de partidos es la forma indirecta en que se eligen los diputados. Mi propuesta es hacer que la elección de los diputados se lleve a cabo a medio periodo presidencial, junto con los alcaldes y regidores, para que sean electos en forma directa. Este sistema es utilizado en muchos países.
Viendo el resultado de la reciente elección, hay un partido político que obtuvo el primer puesto en la elección presidencial y a su vez obtuvo la mayor cantidad de legisladores (18 o tal vez 19). Sin embargo, no obtuvo el 40% que se requiere para ganar la presidencia, por lo que debe ir a segunda vuelta. A su vez, el partido que obtuvo el segundo lugar, y que logró solo 9 diputados, también irá a segunda ronda con la posibilidad de ganar la presidencia. Si esta posibilidad se materializa, tendríamos un gobierno con una capacidad de maniobra muy limitada, con la resultante dificultad para gobernar y llevar a cabo sus planes de gobierno. Esta sería la segunda elección consecutiva que el partido que logra el segundo puesto en la primera vuelta, es gobierno con una minoría legislativa y con la consecuente dificultad para gobernar. Ya hace algunos años, se propuso la posibilidad de pasar de un régimen presidencialista, como el actual, a un régimen parlamentario como el que existe en la mayoría de los países europeos (no se puede formar gobierno sin una mayoría legislativa propia o por medio de coaliciones o alianzas) Sin embargo, nunca prosperó. Es así como se debe buscar una alternativa viable para mejorar la gobernabilidad del país. Esta alternativa podría ser bajar el requisito de 40%, para ganar en primera vuelta, a 30%. Creo que la disminución del requisito mínimo para ganar en primera vuelta, más la elección de diputados a medio periodo sería una buena forma de mejorar la gobernabilidad del país, y así simplificar el proceso electoral, con todos los beneficios asociados.
Por último, creo es de suma importancia considerar seriamente la implementación del voto electrónico y así facilitarle el sufragio a los electores, esto como respuesta al aumento en el abstencionismo observado en esta recién pasada elección. Estonia utiliza el voto electrónico desde hace bastante tiempo, con mucho éxito y con gran seguridad en el conteo de los votos.
Estas reformas deben hacerse a la mayor brevedad posible para así simplificar el proceso, evitar la gran confusión que se creó en esta elección con tantos partidos políticos, minimizar la posibilidad de una costosa segunda ronda y mejorar la tan necesaria gobernabilidad del país.
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