Ya se comienza a ver cambios en el clima donde se aproxima la época navideña, será un alivio para las personas y las carreteras. Pero será temporal porque con la época lluviosa del 2023 y aumentando hasta el 2040. Si los gobiernos no hacen una actividad preventiva que necesariamente no será solo obra del Ministerio de Obras y Transportes; sino que debe ser una labor coordinada con todas las instituciones del país y empresa privada. Una de las mejores formas de comenzar a combatir esto será la siembra de árboles para evitar la erosión y la captura de CO2. Los incentivos forestales del país no han funcionado o mejor dicho han funcionado solo para unos pocos; además son medidas muy lentas. La relación entre el cambio climático y las lluvias extremas está demostrada. Con el calentamiento global, cercano a un grado centígrado, las lluvias ya aumentaron 15% en las regiones tropicales y su cantidad e intensidad podrían incrementarse entre 30 y 60% en las próximas décadas. Si no prevemos será demasiado tarde para impedir que se dupliquen las olas de calor en los próximos años y que se cuadrupliquen para 2040. Esto no lo digo yo, lo dicen los expertos y las estaciones meteorológicas de todo el mundo para determinan que la intensidad de las lluvias extremas aumenta con mayores temperaturas. Si nuestros gobiernos continúan sordos y mudos; con créditos ineficientes y una banca de desarrollo que no funciona no lo vamos a lograr y las futuras generaciones van a sufrir mucho. En vez de ir a decir cosas que no se están haciendo a las cumbres del cambio climático deberían ahorrar ese dinero para comenzar a incentivar los programas de siembra de árboles y de sistemas silvopastoriles en la ganadería.
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