Si alguien se pregunta porque nuestra economía no ha sufrido los efectos negativos de la pandemia de forma tan severa como lo han experimentado otros países, la respuesta se encuentra en las Zonas Francas y el Turismo. Si me permiten la metáfora, estos dos vitales sectores de nuestra economía actúan como los motores de un avión y son la verdadera razón por la cual nuestra economía aún continúa volando a pesar de las vicisitudes, como es la crisis de la pandemia que aún nos golpea, No cabe
duda que tanto las Zonas Francas como el Turismo se han beneficiado de la imagen de estabilidad política que el país ha desarrollado desde la segunda mitad del siglo veinte. Tanto las Zonas Francas como el Turismo son casos de éxito producto de acertadas decisiones de política pública.
Zonas Francas La primera Zona Franca fue el Parque industrial de Cartago creado en 1986. El concepto se fue extendiendo a otras zonas del área metropolitana con la construcción de otras Zonas Francas como Saret en Alajuela, la Zona Franca Metropolitana y la Zona Franca de La Valencia en Heredia. En 1990 se promulga la Ley de Zonas Francas, instrumento de vital importancia para atraer a la Inversión Extranjera Directa al amparo de esta ley y los fundamentales beneficios fiscales que ahí se conceden. También en 1990, se crea la Zona Franca BES en el Coyol de Alajuela. Para consolidar la exitosa política de atracción de inversión extranjera, se crea PROCOMER, en 1995, una de las agencias de atracción de inversión y promoción d exportaciones más exitosas del mundo. Y finalmente, el mensaje que Costa Rica envió a mundo con la llegada de INTEL fue crucial. La comunidad empresarial internacional dejó claro que confiaba en nuestra institucionalidad y estabilidad política, así como en el recurso humano local. Para que la opinión publica este consciente de los grandes beneficios que las Zonas Francas generan para el país, hay que empezar diciendo que por cada $1 de exoneración de impuestos que reciben las empresas que operan bajo el régimen, se generan $2.5 que entran en la economía de diferentes maneras, Es así como las Zonas Francas generan 115 mil empleados directos y 57 mil empleos indirectos para un total de 172 mil puestos de trabajo. A esas 115 mil personas que las Zonas Francas emplean directamente les paga $2,117 millones en salarios y $786 millones en cargas sociales por año. Sin mucho temor a incurrir en error, se puede decir que son el principal mercado para los miles de PYMES y emprendedores nacionales, realizando compras locales por $2,203 millones por año. Durante el año 2020, las exportaciones totales de Costa Rica fueron $12,400 millones, de los cuales 57% o $7,068 millones fueron generadas por empresas bajo el régimen de Zona Francas.
Después de ver estos números, podemos concluir los siguiente:
- Desde cualquier punto de vista, las Zonas Francas como sector es el más importante de nuestra economía desde cualquier punto de
- El modelo debe ser llevado fuera del área metropolitana a zonas deprimidas para generar fuentes de empleo y su beneficioso efecto multiplicador. Se requiere de voluntad política para que los servicios que se necesitan para la operación de las empresas en Zona Franca, se instalen en estos Estanos hablando de infraestructura como carreteras, aeropuertos, unidades residenciales, y servicios públicos de calidad, escuelas e instalaciones comerciales como supermercados y otros comercios afines. El éxito de las Zonas Francas demuestra que, con los incentivos correctos, se puede atraer la inversión periférica necesaria para lograr que esta infraestructura se instale donde es necesaria.
- Es incomprensible que a la luz de estos hechos algunos políticos, entre ellos un candidato presidencial, todavía insistan en proponer impuestos sobre las Zonas No solo por los evidentes beneficios y resultados del régimen, sino también porque hay que considerar que competimos con países como que tienen regímenes de Zona Franca bien desarrollados como República Dominicana, Panamá y Colombia, Máxime que estos países ofrecen beneficios muy similares a los de nuestra Ley de Zonas Francas
Turismo En 1985, el gobierno de Costa Rica decretó la Ley de Incentivos a la Inversión Turística, instrumento fundamental en el desarrollo de la industria turística en el país Esta ley permitía a los hoteles, restaurantes, empresas de transporte aéreo y acuático relacionadas con el turismo, empresas de alquiler de automóviles y agencias de viajes tener derecho a exoneraciones del impuesto sobre la renta durante 12 años sobre las ganancias no distribuidas, exención de todos los aranceles y recargos sobre productos importados o nacionales relacionados con el desarrollo de servicios o infraestructura basados en el turismo, exención de impuestos sobre la propiedad durante
12 años y acceso a crédito con tasas de interés preferenciales. Los expertos en turismo coinciden en que el programa de incentivos tuvo un impacto determinante en el desarrollo de la industria turística en Costa Rica, hasta convertirla en el sector número uno en generación de divisas El más importante de estos incentivos fue la exención de impuestos a la importación. Este aspecto del programa permitía a los inversionistas recuperar un rendimiento razonable de su capital y a la industria competir con otras localidades de la región de Centroamérica el Caribe y Colombia. Sin estos beneficios fiscales, los costos de los bienes importados hubiesen sido prohibitivos para muchos inversores. Esta ley se derogó en lo fundamental en el año 1992.
A pesar de que el turismo ha sido impactado severamente por la pandemia, en el año 2019 fue el sector que más generó divisas: $4,000 millones. Daba empleo a 167 mil personas en forma directa, y a 450 mil personas en forma indirecta, para un total de 617 mil empleos directos e indirectos. Debido a la pandemia, el ingreso de divisas por turismo cayó a $1,300 millones en el 2020, recuperándose levemente en 2021 con un ingreso de divisas esperado de $2,100 millones. Se estima que la pandemia destruyó el 52% de los puestos de trabajo en el sector turismo.
Como resultado de este panorama del sector turismo, se puede concluir lo siguiente:
- La importancia del turismo para la economía nacional es innegable y cualquier apoyo estatal, como pueden ser incentivos fiscales, que se le otorgue al sector son una inversión que rápidamente producirá grandes beneficios al país
- Soportando la anterior afirmación, Costa Rica está tan bien posicionada en el mercado turístico mundial que fue declarado por los prestigios medios digitales Treehugger y Tripsavvy como el Mejor Destino del 2021
- Si no ocurre algún evento que impida el libre flujo internacional de pasajeros se estima que el sector regresará a niveles pre-pandemia en el 2022 o 2023, en el peor de los
No cabe duda que las Zonas Francas y el Turismo son los dos motores que mueven la economía nacional demostrado por los 789 mil empleos directos e indirectos y los $11,068 millones anuales en divisas, que ambos sectores generan en conjunto.
Viendo estos hechos no se puede entender, a la luz de la lógica, que algunos políticos todavía insistan en proponer impuestos sobre las Zonas Francas y el Estado continúe dejando abandonados a su suerte ante los efectos de la pandemia a miles de empresarios de pequeñas y medianas operaciones turísticas a largo del país.
Debemos fortalecer y extender, decididamente, los beneficios de las Zonas Francas más allá de la Gran Área Metropolitana, y a su vez considerar seriamente impulsar programas de incentivos al sector turismo, como el que se promulgó en 1985 y se derogó en 1992, y así facilitar la tan importante recuperación de la actividad turística en el país.
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