En el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), los golpes se dan desde adentro. El último de ellos, por más de $150 millones, aún no merece una respuesta de los voceros de prensa, que mantienen un silencio total sobre el último caso perdido por la dirección jurídica de la institución.
Son más de $150 millones que se pagarán con los recibos eléctricos y de telefonía de los ciudadanos, ¿o es acaso que el ICE tiene una planta de producción de dinero para enfrentar demandas perdidas? Es indignante que a la hora de cierre, la respuesta de las autoridades del ICE sobre este caso sea el silencio. ¿Un silencio soberbio o un silencio de vergüenza? Preferimos pensar que es pena lo que tienen, que no quieren dar la cara por este fiasco.
El pleito por supuestos incumplimientos de contrato en torno a la planta hidroeléctrica Chucás, en Alajuela, no es nuevo, igual que no es nueva la controversia en torno a otros proyectos.
Desde el 16 de noviembre de 2017, el Centro de Conciliación y Arbitraje condenó al ICE al pago de la diferencia en los costos de la planta, las costas del proceso arbitral y los honorarios de los abogados, entre otros, pero ustedes se lo han callado. ¿No merecemos los habitantes de Costa Rica, que pagamos recibos y multas, saber qué están haciendo ustedes con la institución?
Su silencio, se acerca al cinismo, el daño se acerca al atentado y la falta de acciones para enmendar lo hecho solo genera decepción.
Los tropezones legales de la directora jurídica del ICE, Julieta Bejarano, y la gestión encabezada por el actual presidente ejecutivo de esa institución, Carlos Obregón, le están costando al país, en este último traspié, lo mismo que cinco “cementazos”, y ellos, muy bien gracias, a esta hora, siguen callados.
Los procesos legales contra el ICE, sobre todo en materia hidroeléctrica, son cosa cara, mucho más que las constantes reestructuraciones de personal con las cuales, los jerarcas de esta institución, emblemática como pocas, tratan de mantener en azul las cuentas de su tesorería.
Vendrán después procesos por Hidrotárcoles, también PH Reventazón empieza a presentar problemas, ¿qué más nos están escondiendo? ¿Será que Carlos Obregón se va del ICE en abril y esto sigue sin arreglarse? ¿Será que la señora Bejarano vuelve a irse del ICE para crear una empresa que le venda servicios al ICE? ¿Será que cree que no sabemos que hay silencios de millones de dólares que se siguen escondiendo tras las puertas del edificio de Sabana Norte? No hay secretos eternos, menos cuando las cuentas son tan altas.
Los procesos legales y enredos internos están lacerando no solo las finanzas, sino también, la imagen del otrora tramito de dominguear del estado costarricense.
¿Por qué el silencio doña Julieta? No se esconda en el horario de 7 a 4 para guardar silencio sobre el destino de la institución. Al ICE no lo está quebrando la competencia en la telefonía celular, ni la eventual apertura del mercado eléctrico, ni la posibilidad de que las personas puedan generar su propia electricidad con paneles solares. Ustedes, doña Julieta, con sus acciones tardías y juicios perdidos, le hacen más daño que todas estas supuestas amenazas juntas.
Este es un llamado a la transparencia, den la cara, respondan: cómo y por qué perdieron este arbitraje con la hidroeléctrica Chucás, aún están a tiempo, pero no duren mucho, porque al ICE lo están desangrando desde adentro, con la torpeza en el manejo de proyectos y demandas, que se han vuelto el peor enemigo de esta entidad tan querida por un amplio sector de la ciudadanía, y ahora, más que nunca, la ciudadanía los está viendo.
