En Costa Rica hay una variedad de “Garroteras” que ayúdame a contar, lo mismo; que unas legisladoras y legisladores, quienes nunca leyeron a Fedor Dostoievski que no amaba a los usureros y; que juegan con los topes de las posibles usuras en cuanto a fijar el monto de los intereses, algo bastante pedestre.
También hay unas bandas de delincuentes “prestamistas”, que con armas en mano y sicarios a disposición listos para matar a los que no pagan y; los de cuello blanco con abogados y todas las patas legales, libres de polvo y paja ofreciendo la usura en los préstamos y enriqueciéndose a costa de los pobres que no pueden comprar de contado o tienen alguna emergencia monetaria, ¿hasta cuándo? nos preguntamos.
Luego los anuncios microscópicos de la prensa ¿legales?
Los negocios que venden electrodomésticos y muebles, que como arte de magia, bien leídos resultan millonarios los precios que se deben pagar, los bancos y los emisores de las tarjetas de crédito como broche de oro.
Nos preguntamos, con el nivel tan alto de endeudamiento de los costarricenses, amén de los intereses, es muy difícil reactivar la economía del País, porque no hay dinero para adquirir más productos y servicios.
Estimadas madres y padres de la Patria con todo respeto: ¡a ganarse los frijoles!
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