En la nota anterior vimos las plagas y enfermedades de las Brachiarias. La tolerancia a la sombra de los pastos se refiere a la capacidad que tienen ciertas especies de pastos para crecer y desarrollarse en condiciones de baja luz, es decir, en áreas sombreadas por árboles, edificios u otras estructuras. Esto es particularmente importante en sistemas silvopastoriles en donde la tolerancia a la sombra hace que se aproveche más área para pastoreo debajo de los árboles. Esta tolerancia depende de varios factores, como: adaptaciones morfológicas, algunas especies de pastos tienen hojas más grandes o con mayor densidad de clorofila, lo que les permite captar más luz en condiciones de sombra. Crecimiento vertical o lateral: algunos pueden crecer más hacia arriba o hacia los lados en busca de luz, adaptándose a la sombra que les rodea. Desarrollo de raíces: En algunos casos, los pastos desarrollan un sistema radicular más extenso y profundo para aprovechar mejor los nutrientes y el agua disponibles en el suelo, lo cual puede ser esencial en áreas con poca luz. Competencia con otras plantas: los pastos que tienen una alta tolerancia a la sombra pueden competir mejor con otras especies vegetales que no toleran condiciones de sombra, como algunos árboles pequeños o arbustos. TOLERANCIA A LA SOMBRA En áreas con alta población de árboles nativos o en las que se desee establecer silvopasturas, los braquiarias con mayor tolerancia a la sombra son La Libertad y Marandú dentro de la especie B. brizantha. Los más afectados por la sombra en su rapidez de establecimiento, cobertura y rebrote son el Dulce (B. humidicola) y el Llanero (B. dictyoneura). La alta nubosidad diurna, constante durante la época de lluvias, momento en el que generalmente se siembran las pasturas, causa una marcada disminución en la radiación solar y por ende en la eficiencia fotosintética de los vegetales. A ello quizás se debe su más lento establecimiento, comparado con el de otras gramíneas. Los demás cultivares comerciales de braquiarias poseen una tolerancia media al sombrío. INTOXICACIÓN POR NITRATOS Este tema requiere una nota solo para analizar intoxicaciones por nitrtos. Estudios demostraron que el pasto Tanner (Brachiaria arrecta) produjo intoxicación a bovinos y equinos que lo pastoreaban, cuando la gramínea forrajera se encontraba produciendo semilla. Esta condición se presenta durante los veranos cortos (veranillos), sequías prolongadas o al inicio de la época de lluvias. El tratamiento preventivo de la intoxicación por nitratos se basa en el suministro de azul de metileno (3 gramos por cada 100 litros o kilogramos) en el agua de bebida o en la sal mineralizada, ofrecidas permanentemente a los animales. El azul de metileno actúa como agente reductor de los nitritos. O aceite vegetal como laxante si ya el animal está intoxicado. Si se tienen las facilidades y el animal es muy valioso hacer una transfusión de sangre (30 ml/kg de peso vivo). También se puede usar medicamentos que combatan la anemia via venosa o intramuscular según recomiende el veterinario. INTOXICACIÓN POR BRACHIARA DECUMBENS Intoxicación en pasturas de Braquiaria amarga (B. decumbens) pastoreadas por bovinos y ovinos jóvenes, principalmente desde el nacimiento hasta los tres años de edad. La intoxicación se atribuye al consumo continuo de una toxina producida por el hongo Pithiomyces chartarum, el cual coloniza generalmente sobre las plantas de B. decumbens. Sin embargo, el consumo de algunas malezas de hoja ancha también puede producir fotosensibilización. Generalmente se corrige pastoreando los animales con otro pasto y si los síntomas son muy severos ponerlo a la sombra con suficiente agua y protegido de insectos. FIJACIÓN DE CARBONO Investigaciones preliminares realizadas por el INTA con la colaboración Corporación de CORFOGA en Costa Rica Centro América se logran resultados preliminares indican que, en los suelos arcillosos, rojos, de mediana fertilidad natural, en fincas de zonas de vida de Bosque Tropical Húmedo Premontano, con pastoreo rotacional, las praderas de especies como Brachiaria brizantha y Brachiaria decumbens con cinco años de establecidas, mantienen en el suelo 7,82 ton/hectárea de carbono orgánico total, comparadas con las 7,31 ton/hectárea que almacenan los suelos en bosque secundario de la zona, con igual tipo de suelo. Se determinó además que los pastos del género Brachiaria retienen 2,4 ton de CO2 hectárea en su biomasa remanente (después del pastoreo).

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