A pocos días para realizarse la elección nacional en Ecuador, país sudamericano, los medios de comunicación y redes sociales informan el lamentable asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio (el llamado al proceso electoral, goza de respaldo constitucional).
Periodista, activista y legislador, logró posicionarse como opositor al movimiento de izquierda (Correísmo) liderado por el expresidente Rafael Correa, quien gobernó Ecuador del 2007 a 2017 y aún tiene influencia política en el país. Villavicencio, en el 2017 se presentó como candidato a la Asamblea Nacional y ganó; se desempeñaba como asambleísta hasta que la legislatura fue disuelta este año por el presidente Guillermo Lasso Mendoza.
Fuentes internacionales (The New York Times, periódicos locales, France24, entre otros) lo describen como: “Un candidato a la presidencia de Ecuador que había sido muy crítico al hablar sobre los vínculos entre el crimen organizado y las autoridades del gobierno”.
Como legislador, relata nota de France24, fue presidente de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea: llegó a presentar 24 informes denunciando irregularidades de empresas, particularmente hidroeléctricas y petroleras que tenían contratos con el Estado. “Desde la investigación periodística he contribuido con información relevante para denunciar casos de corrupción en materia petrolera, minera, eléctrica, telecomunicación y de estructuras criminales que se han beneficiado de los recursos públicos a través de varios sectores y poderes que conforman el Estado”, definía su trabajo en su blog personal.
Este continental hermano suramericano, presenta un desarrollo de su historia reciente cargada de muchos momentos de “inestabilidad política”.
Por ejemplo, recordamos a mediados de los años 90, el “diluvio mediático” alrededor del expresidente Abdalá Bucaram Ortiz, quien fue destituido por el Congreso por “incapacidad mental para gobernar”. Respetuosamente, les insto a escudriñar la cantidad de material entorno al desarrollo político ecuatoriano.
Costa Rica, gracias a Dios en primer lugar, es y será siempre admirado por su Estado Social de Derecho. A pesar de la historia reciente y de muchas decepciones, nuestra fortaleza radica en el continuo respeto a los Derechos Humanos y el enfoque social de la estructura política de gobierno heredada por hombres y mujeres valientes, con un espíritu de servicio, fraternidad y solidaridad a los demás sin excepción, quienes sentaron las bases de las instituciones públicas que hoy nos benefician. Además, el respaldo constitucional a hechos históricos continúa siendo ejemplo a nivel mundial.
El capítulo de las Garantías Sociales, nos recuerda que las grandes reformas políticas y sociales de nuestro país en los años 40, fueron fruto del liderazgo, capacidad negociadora y necesidad de unión entre figuras políticas y religiosas en favor de los sectores más desposeídos.
Nuevamente, con toda consideración, sugiero incursionar en nuestra historia. Ese constante rememorar, nos hará conocer, valorar y entender el origen y esencia del esfuerzo realizado por ilustres ciudadanos, que continuará como modelo de sensatez y madurez política para el beneficio de todos y cada uno de los habitantes de nuestro país.
El constante golpeteo, pulso y fricción entre los grupos de poder en Costa Rica (lo hemos manifestado en varias ocasiones y lo seguiremos haciendo), está generando un estado de incertidumbre innecesario en la ciudadanía. Es reiterativa la manipulación de la información referente a la gestión del actual gobierno. Esta debe ser analizada con valentía, patriotismo y objetividad. ¡No se debe poner en riesgo nuestra paz y la estabilidad política, económica y social!
Es necesario no olvidar, la posibilidad malintencionada y solapada de actores externos que no descartan influir en nuestra soberanía.
El llamado a la prudencia y reflexión será siempre un objetivo primordial de este espacio. La democracia nos permite intercambiar ideas, discrepar y coincidir; sin embargo, también nos obliga a respetarnos como individuos. La mayor necesidad y debilidad de un país se localiza en la ausencia de Fe y equilibrio espiritual. La diferencia radica ahí, los hombres fallamos Dios no.
Las aguas electorales continúan moviéndose con acciones que se vislumbraban en el quehacer político actual. El respaldo de 9 diputados oficialistas al partido político Aquí Costa Rica Manda, inclina la balanza del rumbo a seguir por la mayoría de militantes y seguidores del presidente Chaves Robles. Su carta ideológica y visión país definirá el modelo y la oferta de soluciones a la realidad nacional. ¿Cómo se perfilan los partidos tradicionales de cara al 2024? ¿Mantendrá el PLN sus “alcaldías”? ¿Cuáles cantones experimentarán la reelección de sus alcaldes? De lo anterior, y más hablaremos la próxima semana, Dios primero.
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Sobre el autor:
El autor es Licenciado en Relaciones Internacionales. Asesor Legislativo, analista político internacional. Además elabora procesos de capacitación política, desarrollo comunal y administración. maumazu208@gmail.com.
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