Hace no mucho tiempo, algunos sectores, con una ligereza que asombra, criticaron a la Junta Directiva Nacional del Banco Popular y pusieron en duda la capacidad e idoneidad de sus miembros. Armaron todo un espectáculo mediático, que derivó incluso en la investigación de una comisión legislativa, en la que ni siquiera se nos permitió responder preguntas o exponer argumentos. Un circo político, en su mayor expresión.
Hoy, como suele ocurrir con las grandes verdades, el tiempo da su veredicto. Solo en los últimos días se han publicado y destacado en medios de comunicación de todo el país los siguientes titulares: “Banco Popular cierra el 2024 con ₡983 mil millones en patrimonio y 41% más en utilidades”, “Banco Popular reafirmó su solidez y liderazgo financiero durante 2024” y “Banco Popular supera a competidores en préstamos para autos: así lo logró”.
Nada mal para una entidad que, según algunos iluminados de la política y del “análisis” económico, tenía problemas de idoneidad en su dirección. Nada mal para un banco cuya Junta Directiva fue objeto de escarnio público y ataques irresponsables, sin más sustento que la agenda de quienes prefieren el ruido al rigor.
En el Banco Popular sabemos la solidez no se improvisa. Se construye con responsabilidad, con preparación y con una visión clara. Es así como hemos logrado consolidarnos como un banco sistémico y un pilar del sistema financiero nacional, contando con la confianza de un millón de clientes y familias que depositan su futuro y bienestar en nosotros.
Jugar con la estabilidad de una entidad financiera por intereses políticos o por simple afán de protagonismo debe preocuparnos a todos. En banca y finanzas, ser responsable no es opcional. Los ataques sin fundamento y mal intencionados no solo pueden afectar la imagen de una institución, sino que pueden generar incertidumbre innecesaria y desconfianza en el sistema y en la ciudadanía. Afortunadamente, los indicadores y los hechos hablan por sí solos, y hoy demuestran que el Banco Popular no solo es sólido, sino que sigue creciendo, innovando y es un referente en el sector.
La transformación que impulsamos desde la Junta Directiva Nacional no tiene precedentes. Nos encaminamos hacia una banca digital moderna, eficiente y accesible, priorizando siempre a nuestros clientes y en sintonía con las mejores prácticas internacionales. Esto es posible gracias a un equipo comprometido y altamente capacitado, una Junta Directiva preparada y experta, y una Gerente General que es una líder con la valentía y experiencia necesarias para adoptar decisiones estratégicas que garanticen el crecimiento y la estabilidad del Banco.
Sabemos que nuestro compromiso con la banca social y la inclusión financiera incomoda a algunos. Parece que abrir puertas y oportunidades a quienes más lo necesitan es motivo de intranquilidad para ciertos sectores. Pero esa es nuestra esencia y nuestra razón de ser, y no daremos un paso atrás en nuestra misión de equilibrar la rentabilidad y el bienestar social.
El Banco Popular y de Desarrollo Comunal es, y seguirá siendo, un ejemplo de cómo se gestiona con calidad, con visión y con un compromiso inquebrantable hacia sus clientes y trabajadores. Los hechos, las cifras y la confianza del pueblo lo confirman. Y para quienes prefieren el ruido antes que el rigor, les comparto una lección sencilla que ojalá lleve algo de paz a sus corazones: para verdades el tiempo.
