De llevarse a cabo, adelantamos nuestro vaticinio concerniente a la próxima reunión histórica entre Donald Trump y Kim Jong un, la exigencia del primero será el cese del armamento atómico con énfasis en los misiles, mientras que la contrapartida del segundo será la derogación de las sanciones económicas a su país; no se necesita un experto analista en política exterior, para deducir; por lógica, que las condiciones para sellar el posible acuerdo serán las siguientes, Trump demandará la presencia “in situ” de unos cuantos expertos en la materia para comprobar el cese de la carrera armamentista de Corea del Norte, Kim querrá también “in situ”; la seguridad en cuanto a una posible derogación de las sanciones económicas que le fueron impuestas a su país.
De paso y en buen tico “no es galleta” y con un pasito más adelante, vislumbramos que una clarividente con turbante y una bola de cristal o sin ellos, predecirá que todo quedará en “veremos” y que; por supuesto, se habrá logrado un paso hacia la distensión y evitar, por el momento; una guerra nuclear.
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