El país vive una ola de violencia sin precedentes.
Este tipo de noticias parecen recurrentes en la última década, y las encontramos en la prensa y en el clamor popular, cada vez que se vive una coyuntura de asesinatos y violencia como la actual.
Por más estrategia y presupuesto asignado a seguridad, pareciera que el fenómeno delincuencial aumenta día con día, y no se controla.
No obstante, pocas veces volcamos la mirada a la principal causa de la violencia y el crimen: la pobreza. Aclaro que no es la única causa, pero si hay coincidencia entre especialistas de heterogéneas disciplinas, que es la principal.
Pobreza en cifras
Cada trimestre el INEC ofrece datos sobre la distribución de la pobreza del país, por medio de la Encuesta Nacional de Hogares, el cual se ha convertido en un termómetro muy importante para determinar causas y consecuencias de este fenómeno en el país y debe ser siempre consulta obligatoria.
De acuerdo con el último estudio, del año 2022, la distribución de la pobreza, según región de planificación, es la siguiente:
La Región Central permanece con el nivel de pobreza y pobreza extrema más bajo del país, siendo la única con niveles inferiores al promedio nacional, estimadas en 18,1 % y de 4,4 % respectivamente, sin variación significativa con respecto al año anterior.
La Región Chorotega se ubica como la segunda región con menor nivel de pobreza y de pobreza extrema, con incidencias de 26,4 %, y 7,9 % respectivamente, no presenta variación significativa con respecto al año anterior.
El tercer lugar lo ocupa la Región Huetar Norte con una incidencia de pobreza de 30,5 %, no cambia en términos estadísticos respecto al año anterior, y una pobreza extrema de 9,5 %, lo que representa una disminución significativa de 3,4 p.p. respecto al año anterior.
Las regiones Brunca y Huetar Caribe presentan incidencias más altas en los niveles de pobreza y pobreza extrema; sin variaciones significativas respecto al año anterior. La pobreza total en la Brunca es 34,0 % y en la Huetar Caribe es 33,0 %, mientras que en la pobreza extrema la Brunca mantiene la misma incidencia de 10,2 % que se estimó en el 2021 y la Huetar Caribe se estima en 10,5 %, es la segunda más alta desde el 2010, superada por la observada en el 2015 (11,0 %).
La Región Pacífico Central es la que presenta el nivel de pobreza y de pobreza extrema más alto, con un escandaloso 34,7 % y 11,3% respectivamente; el año anterior esos indicadores fueron de 29,8% y 9,1 % en el mismo orden.
Cuando se analizan los datos del Pacífico Central no es casualidad el altísimo índice de homicidios y violencia en esta zona, en los últimos tres años.
El cantón Central de Puntarenas, y los otros cantones del vecindario: Esparza, Montes de Oro, Garabito y Quepos, han visto un incremento exponencial de homicidios, acentuado entre personas jóvenes, principalmente.
Especialistas afirman que este enlutamiento de familias puntarenenses, obedecen a una sangrienta purga entre bandas que han cobrado la vida de decenas de jóvenes, que posiblemente han sido reclutados por el crimen organizado o han sido víctimas inocentes de tiroteos.
La mayoría de estos jóvenes, alejados de las aulas, se han convertido en la nueva generación perdida, ocasionada por la crisis del 2008, el recrudecimiento de las políticas neoliberales y la ausencia de políticas públicas efectivas orientadas a las regiones.
De momento debemos atacar la violencia, pero debemos atacar la pobreza también.
La solución es la educación, mantener a los niños y jóvenes en las escuelas, colegios y universidades, además de generar fuentes de empleo digno y remunerado en las regiones alejadas, como el Pacífico Central.
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