No hace mucho participaba como jurado en una defensa monográfica, en la cual su trabajo investigativo iba relacionado con una propuesta de capacitación al personal de la empresa, vinculada a la venta y consumo de productos alimenticios. Dentro de las preguntas realizadas una de ellas fue ¿y cuan interesada están realmente los gerentes, empresarios de capacitar a sus trabajadores y que tu proyecto se haga realidad? (La empresa contaba al menos con condiciones reales y excelentes de espacio físico, para la realización de la misma)
La respuesta de la joven a punto de graduarse fue: “… la gerente de recursos humanos, estaba interesada, ya en el caso de los dueños o gerente general podía ser otra cosa”.
¿Experiencias anteriores que había tenido la empresa en capacitar a su personal?, fue otra de las preguntas. La respuesta: “Poca, una capacitación básica a meseros, sobre todo al nuevo personal, que es muy joven, pero que cambia frecuentemente por el bajo salario, además del horario que le imposibilita estudiar”
La duda expresada por la gerente de RRHH, así como el hecho de que el personal cambiase constantemente por lo antes expuesto, nos daba la señal de que, a pesar del éxito de la empresa, donde casi siendo un monopolio, en cuanto a la cantidad de restaurantes a lo largo de todo el país, denotaba conformidad en que con lo que se gano, le es suficiente a los dueños o socios principales de la empresa.
¿Bueno, malo, correcto, incorrecto? Debe quedar para cualquier empresario, director, gerente, para aquellos y aquellas que tienen personal y deciden, toman decisiones que la capacitación es una inversión, no un gasto; el tiempo que el personal aproveche para aplicar los conocimientos recién adquiridos es ya una ventaja para la empresa que lo capacitó.
Es tan importante mantener al personal y a los mismos emprendedores capacitados, de manera que puedan apoyarse en ello como ventaja competitiva sobre su competencia.
No se trata de tomar todos los cursos existentes o contratar especialistas en todas las áreas, sino de definir específicamente las áreas y los temas en que se requiere actualizar, mejorar o implementar.
Quizá no haya sido analizado por quienes creen que la capacitación es un gasto, pero se debe considerar como un importante motivador para los trabajadores puesto que les da la confianza que la empresa se preocupa por ellos, por su desarrollo y no sólo porque hagan bien su trabajo.
Para muestra un botón. Hace poco impartimos a un grupo de docentes, una capacitación (diplomado) relacionada con el uso de un programa informático (CANVAS) el cual constituye una herramienta didáctica necesaria, apoyándonos para ello en medios audiovisuales y que nos permite enriquecer considerablemente la clase.
La afluencia de catedráticos interesados fue interesante, se llenó el cupo y al concluir el mismo, la satisfacción de cualquier docente: el agradecimiento de los alumnos, que es uno de los valores agregados de nuestra profesión.
Es por ello estimados tomadores de decisiones, entiendan que capacitar no es un lujo, es una necesidad y una herramienta de ventaja competitiva, para la empresa, pero que también ayuda al desarrollo personal de sus trabajadores.