Las causas fundamentales que originan la migración son; cuando un gobierno no es capaz de dar a sus ciudadanos las condiciones conformes a los derechos humanos, de vivir decentemente; por consiguiente emigran a otros países para no morirse de hambre, también se produce el éxodo de la gente cuando padece los atropellos de una dictadura; que les niega la libertad, en el sentido amplio de la palabra, los que provoca la migración forzada.
Son delincuentes, ya sea los que trafican con los migrantes, también los que se roban el dinero destinado a ellos; amén de tirarse la bola para no recibirlos y despotricar sobre “los derechos humanos”.
Un emigrante africano, con mucho tino y cognición de causa; opinó que la verdadera ayuda consiste en darla en el mismo lugar de procedencia de los emigrantes y no en el país de llegada, agregamos de nuestra cuenta de que las ayudas deben efectuarse en situ por medio de misiones de cualquier religión y ONG honestas, que residan en la nación del subdesarrollo. Los abusos de los políticos y las huestes de los maleantes de turno que se aprovechan de la pobreza de sus semejantes deben ser de condena y presión internacional.
En la viña que el Señor abandonó, viven “filántropos políticos de presidentes”, hasta que el Todopoderoso regrese a su tierra.
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