Por Luigi Rebecchi Pannelli
Pese a que el señor Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas; no es el retrato de la buena educación, es noticia porque manda a matar o el mismo mata a los narcotraficantes de su país; los “pulcros” ponen el grito al cielo por la matanza indiscriminada y los atropellos a la democracia; los malignos, “sotto voce” están de acuerdo con la eliminación de los delincuentes: siguiendo con el mismo tema, en Costa Rica; un eximio y renombrado criminalista, sin miedo ni tapujos; con claridad meridiana y con toda la razón del mundo, acusó a los jueces como los responsables directos de los crímenes de Cieneguita, debido a que los asesinos andaban libres la mayoría; pese a que cada uno tiene un récord delictivo kilométrico.
El señor Ministro de Seguridad; amenazó con renunciar a su cargo, de no aprobarse en la Asamblea Legislativa una ley fiscal que indirectamente le otorgaría un financiamiento, más que necesario para su cartera y para el país; el señor presidente de la Republica declaró: “Estoy de acuerdo con el ministro” (sic), no sabemos si el mandatario ¿está de acuerdo con el reclamo o con la dimisión del jerarca? De todas formas el mandatario con solo emitir un decreto de emergencia podría solucionar el problema, desde luego muy apremiante y; así acabar con los berrinches de los escasos legisladores, en vía de extinción.