La imagen del presidente Alvarado hoy está a la altura del betún, pese a toda la ayuda que ha recibido por parte de los principales medios de comunicación del país que le han hecho el cachete y lo apoyan incondicionalmente. Imagino que hoy Grupo Nación, Teletica, el Semanario Universidad, CRHoy y AmeliaRueda.com han tenido que tragar grueso luego de tener que publicar los resultados de la encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR). Pero no podían ocultar el sol con el dedo.
El pueblo está muy insatisfecho con su labor, y no es para menos. Según la encuesta realizada, la imagen de Alvarado sufrió una estrepitosa caída de 29 puntos porcentuales en cuestión de un año. El porcentaje de personas que consideran que el presidente hace un mal trabajo prácticamente se duplicó en 12 meses.
La gente también califican mal la gestión de su gobierno como un todo. El 60% de los participantes considera que el gobierno hace un mal trabajo.
Tampoco es que hace falta un estudio estadístico para saber esto, sin embargo la precisión de los datos de la encuesta del CIEP ayuda a entender lo agudo del problema.
El pesimismo y la preocupación hoy son los sentimientos predominantes en la vida del costarricense. Nos preocupa el rumbo del país, la situación económica, el desempleo y el costo de la vida. Estos son problemas reales de gente real, y la encuesta debe verse como un reclamo de la población a un gobierno que no ha atendido con contundencia sus pedidos.
Alvarado se justifica diciendo que a su gobierno le tocó tomar decisiones que no son populares. Pero el presidente disfraza decisiones impopulares con decisiones injustas y perjudiciales para el pueblo costarricense.
Esta administración optó por atacar el problema fiscal nacional con un paquetazo de impuestos en lugar de concentrarse en una recaudación eficaz y eficiente. Antes de llamar a cuentas y cobro a los grandes evasores de este país, el gobierno le pidió a todos que pagáramos la factura de los grandes evasores.
No hay propuestas serias de reactivación económica por parte del gobierno. No han podido articular bien la regla fiscal de la mal concebida ley de fortalecimiento a las finanzas públicas. No han sabido negociar bien con los sectores sociales que se han mostrado muy insatisfechos con las políticas públicas que tocan sus bolsillos. Pero sí han atendido los reclamos de los colectivos progresistas: la agenda “progre” avanza a paso firme.
Ojalá la administración Alvarado tome nota de la pésima opinión que el pueblo de Costa Rica tiene sobre su figura y su gestión. Ojalá que no se escude en el aire viciado que respira en Zapote, donde seguramente todo su gabinete le dice “vamos bien, señor presidente”. Ojalá no se refugie en la opinión de los colectivos que apoyan la agenda progresista para cambiar la esencia costarricense y aplauden como focas los pobres avances del mandatario. Ojalá el presidente se acuerde que Costa Rica es mucho más grande que San Pedro, Barrio Escalante y algunas cuadras aledañas (porque probablemente ahí es donde está el minúsculo grupo de gente que sí cree que lo está haciendo bien).
Ojalá don Carlos Alvarado decida darse “un baño de pueblo” y deje de esconderse en Casa Presidencial para ponerse en contacto con el costarricense promedio para que entienda que se necesita mucho más de él para sacar a nuestro país de este atolladero.
Don Carlos, el pueblo de Costa Rica le está hablando y le está golpeando la mesa; le está diciendo de manera no muy sutil que su trabajo no está a la altura de lo que 1.4 millones de votantes esperaban de usted cuando votaron por el PAC en segunda ronda en abril del 2018.
Ya usted conoce mi opinión de dónde creo yo que su administración ha errado. Si decide no escucharme a mí, como es de esperar, por lo menos escuche a las 2/3 partes del país que le está diciendo “este Charlie se la está pelando con ganas”.
Escuche y actúe consecuentemente. Solo le pido eso. Costa Rica le pide eso.
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