La globalización después de la pandemia y la guerra en Ucrania

» Por Christian Joneliukstis - Profesor Universitario MBA en Finanzas

La pandemia que el mundo entero enfrentó por los últimos 2 años tuvo efectos económicos profundos, especialmente la inflación que aún está siendo sentida en muchos países, como consecuencia de las políticas monetarias de facilitación cuantitativa, que tanto Estados Unidos y la Unión Europa implementaron para subsidiar a las empresas y los hogares afectados por los severos confinamientos. La guerra en Ucrania, que inició apenas la pandemia empezaba a ceder, produjo un importante impacto económico al aumentar el precio del petróleo y el gas natural, echando aún más fuego a la hoguera de la inflación y llevando, especialmente a Europa, a una de las crisis energéticas de mayor envergadura de las que se tiene memoria. Pero, a pesar de que las consecuencias económicas de estos dos grandes acontecimientos han sido muy importantes, las repercusiones geopolíticas lo son aún más.

Empecemos por la pandemia. Es una sospecha bien fundada que el coronavirus pudo haber escapado, accidentalmente o no, de un laboratorio en la ciudad china de Wuhan, donde se detectó por primera vez el virus. Este laboratorio de investigación biológica, es el Instituto de Virología de Wuhan (WIV) donde se han estado estudiando coronavirus en murciélagos durante más de una década. El instituto se encuentra a solo 40 minutos del mercado húmedo de Huanan, donde supuestamente surgió el primer grupo de infecciones,

Durante varias semanas después de la aparición de los primeros casos, el gobierno chino guardó un silencio total. Las dos primeras acciones que tomaron las autoridades chinas fueron, primero declarar el mercado de Huanan fuera de límites, a excepción de unos pocos funcionarios autorizados expresamente, y segundo destruir apresuradamente las muestras biológicas, y registros relacionados. Las autoridades encarcelaron a periodistas y a ciudadanos que sabían de la erupción de la enfermedad y aprobó una ley que impide que los científicos chinos se comuniquen sobre los orígenes de la pandemia sin la aprobación previa del gobierno. Hasta que la enfermedad llegó a Europa, desde Wuhan a Milán, Italia donde reside una gran comunidad china, el mundo no se enteró de lo que estaba sucediendo. La consecuencia de toda esta trama fue el efecto devastador de la pandemia en la economía mundial, la cual todos experimentamos (todavía sentimos las consecuencias), además de las más de 6 millones de muertes producto del Covid19.

Las dudas relacionadas con la pandemia aún no se han aclarado de ninguna forma, por lo que el mundo libre ha concluido que China ya no es un socio confiable. Las consecuencias ya se están sintiendo en la economía china que empieza a desacelerase rápidamente, así como empieza a mostrar una disminución importante en el nivel de inversión. Las empresas que pueden salir de China hacia países más confiables (friendly shoring) y más cerca de los mercados de sus productos (near shoring), ya lo están haciendo. Esta situación se agrava aún más si se le agrega el riesgo latente de un conflicto como resultado de una posible invasión de China a Taiwán.

El otro gran evento geopolítico es la invasión de Ucrania por parte de Rusia. A pesar de que las economías rusa y ucraniana son relativamente pequeñas dentro del economía mundial (cerca de 3.2% de las exportaciones mundiales). se prevé que las pérdidas económicas totales de la guerra entre Ucrania y Rusia se acerquen a los 800.000 millones de dólares, un impacto menor en la economía mundial que la pandemia de Covid19. Sin embargo, las consecuencias económicas directas son tan importantes como las consecuencias indirectas. Por ejemplo, inmediatamente después de que estalló la guerra, muchas aerolíneas se vieron obligadas a elegir rutas más largas, lo que resultó en mayores costos de un combustible, que ya de por sí era más caro. Claramente, la dificultad para sustituir las rutas aéreas en el transporte de productos de alto valor agregado significa que la crisis de la guerra en Ucrania ha hecho que los precios de la carga aérea se incrementen, aumentando la presión sobre las cadenas de suministro mundiales.

Los precios de los productos básicos han experimentado un aumento significativo. Las restricciones derivadas de las sanciones impuestas por la Unión Europea a Rusia han provocado un fuerte aumento de los precios del petróleo y del gas natural. Según el índice de volatilidad de precios en los mercados energéticos emitido por la UNCTAD, los precios del crudo y el gas natural aumentaron un 46% y un 49%, respectivamente. Además, como consecuencia de la guerra, los precios de los alimentos son un 34 por ciento más altos que hace un año.

Larry Fink, CEO de la prestigiosa compañía de inversión global BlackRock, dijo: “La invasión rusa de Ucrania ha puesto fin a la globalización que hemos experimentado en las últimas tres décadas”. Sin embargo, esto no significa que estemos ante el fin de la globalización ya que es un acuerdo casi unánime entre los entendidos, que la apertura de nuevos mercados, la caída de aranceles y la reducción de restricciones al comercio en general, han provocado un salto exponencial en la riqueza global.

Entonces, ¿cómo será la globalización como resultado de estas mega-disrupciones geopolíticas? Un escenario muy probable es una mayor fragmentación física y virtual en el mundo. Es un hecho que los líderes de los países están bajo presión para dirigir la atención hacia sus ciudadanos. Por esta razón, muchos países han puesto restricciones al comercio de bienes y servicios, provocando así una desaceleración de los flujos transfronterizos de capital e inversión. Las cadenas de valor se están volviendo altamente localizadas y regionalizadas. Los países buscan mayor control sobre la información, la tecnología y el conocimiento. En los países autocráticos-no democráticos, la censura y la vigilancia de Internet se han extendido y la desinformación está aumentando. La cooperación física y virtual se está concentrando en esferas de influencia para preservar el acceso estratégico a los recursos por medio de alianzas y acuerdos regionales de libre comercio con socios considerados confiables y amistosos.

Parece evidente que la lección aprendida por la comunidad internacional de estos dos mega eventos, es la necesidad de minimizar las dependencias externas significativas con el fin de suavizar los efectos negativos de las disrupciones en las cadenas de suministro, los aumentos prolongados de precios, y los riesgos de la inestabilidad geopolítica.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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