El señor Evo Morales presidente de Bolivia, inició su mandato con el pie derecho, educando a su pueblo, anteriormente explotado por la “Rosca”, una medida necesaria para el progreso de cada país; sin embargo cuando optó, con justicia nacionalizar algunas empresas del país, lo hizo con demasiada prisa; sin calcular y por ende esperar que su gente se entrenara y preparara para hacerse cargo de las operaciones pertinentes, el resultado no fue lo deseado. La Paz, capital de Bolivia, por su geografía se sitúa como en el fondo de un sombrero, por tanto el gobernante ni lerdo ni perezoso, con mucho tino; contrató a una empresa extranjera que le instaló unos funiculares cuyo recorrido es de lado a lado de la ciudad, muy útil para todo el mundo.
Ojalá; que en nuestro País se haga realidad el tren nuevo de pasajeros, no obstante; según las noticias recientes, con el futuro equipo de las madres y los padres de la Patria, que Dios nos coja confesados.
—
Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, fotocopia de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr.