Prescindiendo de la Ley Electoral de los Estados Unidos de América que es sumamente complicada, donde entre otros artículos; la mayoría no determina nada, y que no tenemos que imitar.
En Costa Rica un grupo de diputados ha presentado una moción de cambio inherente a la elección de los legisladores, que con todo respeto y a nuestro ver, es más enredada que el Laberinto de Dédalo, que complica las ideas de los futuros votantes, mientras que podría ser más sencilla, con solo presentar los candidatos de cada provincia, que son siete, conforme a la densidad de la población resultando los ganadores los que obtengan una mayoría simple en su orden. Aunque fuera “Vox Populi”, sería muy saludable que de una vez por todas se eliminara el voto “a dedo” del presidente electo para nombrar algunos diputados nacionales y; que cada ciudadano conociera de antemano con nombre y apellidos a quién dará su voto, amén de que las Madres y los Padres de la Patria no se declaren independientes y logren acabar con la mala costumbre.
Aumentar el número de diputados no solucionaría el problema actual de elección de los mismos; al contrario aumentaría el presupuesto, dificultaría la toma de decisiones y la aprobación de proyectos de ley sería muy engorrosa por la dispersión política de los diputados electos para llegar a acuerdos.
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