Una definición de las causas de la desigualdad social nos dice que esta es causada principalmente por diferencias económicas, culturales y sociales. Pero una cosa son las causas y otra cosa son los efectos de ella y las consecuencias que provocan. Es importante señalar que los programas para reducir la pobreza aplicados por las entidades públicas del sector social básicamente han sido un paliativo, pero no han abordado de manera integral la problemática social que representa la pobreza y la desigualdad. Por otro lado, la falta de programas escolares para impulsar los valores, el desempleo, poco apoyo a los territorios rurales en donde el agro es la principal fuente de ingresos hace que el problema día a día se agudice. Se da también desigualdad entre las provincias que han obtenido un buen nivel de educación y los que no han podido alcanzarlo. Para nadie es un secreto las diferencias en educación entre un niño de una escuela de la GAM y uno de la escuela de Jasminal de Santa Cruz. Otra consecuencia de la desigualdad obedece a diversos factores, como el desempleo y el estancamiento de los salarios. Los efectos de las desigualdades no se limitan al poder adquisitivo. Las desigualdades repercuten en la esperanza de vida y el acceso a servicios básicos, como la atención sanitaria, la educación, el agua y el saneamiento, y pueden coartar los derechos humanos, por ejemplo, debido a la discriminación, el abuso y la falta de acceso a la justicia. Cuando las desigualdades son considerables como es el caso entre la GAM y las provincias costeras, desalientan la formación profesional, obstruyen la movilidad social, el desarrollo humano y, en consecuencia, inhiben el crecimiento económico. Otra consecuencia tal vez la más grave es el aumento del narcotráfico y el crimen organizado. Si no vean las estadísticas de los crímenes en Limón, Puntarenas y Guanacaste no se queda atrás. Las drogas y el crimen organizado generan violencia lo que se ha convertido en los últimos años en uno de los principales problemas en América Latina, especialmente México. (pueden leer en la prensa o ver en la televisión los combates entre los carteles y el ejercito). Costa Rica no está vacunada contra eso y no estamos haciendo nada o por lo menos estamos haciendo muy poco. Si el gobierno no toma medidas estrictas para resolver el asunto se les irá de la mano. Hay medidas como promover una justicia cercana y eficiente a las comunidades, mejorar los sistemas e infraestructuras carcelarias, reforma de la banca de desarrollo para reactivar las zonas rurales, un plan serio para combatir el crimen organizado, ser más estrictos con capitales emergentes sin que justifiquen de donde viene el dinero, depuración de los malos elementos (corruptos) de seguridad pública y justicia, profesionalización y capacitación de la policía y control interno y externo del desempeño policial. El problema se ataca en las escuelas enseñando valores y poco efectivo será el pedido de 2000 policías más y 60 millones de dólares. Insisto que el poco apoyo al agro hace que los jóvenes encuentren tierra fértil en la delincuencia. Veamos hoy titulares de La Nación: Agro en problemas y Exportaciones de piña y banano bajan por altos costos y mercado incierto.
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