Las principales instituciones que miden la calidad de las democracias a nivel mundial, como la Universidad sueca de Gotemburgo, el informe anual de Freedom House y el de IDEA Internacional; coinciden en alertar que la democracia a nivel global está en peligro: la mayoría sufre acoso, otras están estancadas o sufren diferentes tipos de deterioro, mientras un tercer grupo se encuentra en claro retroceso. En cualquiera de estos grupos podemos colocar a Costa Rica tranquilamente. La democracia muestra un deterioro notorio debido al populismo, la falta de credibilidad hacia la clase política y el cansancio de los que cada vez son más pobres y ven como otros son cada vez más ricos, el aumento de los crímenes, la corrupción y la inoperancia de las instituciones del estado. Esto no augura nada positivo para el 2023 en adelante. En América Latina la situación es especialmente más grave. Vemos como en Ecuador matan un candidato a la presidencia y la profunda crisis que vive el Perú para citar dos casos solamente. Sin dejar por fuera a Nicaragua, Venezuela y Cuba. En Costa Rica por el momento el pueblo muestra tranquilidad, pero si analizamos las opiniones vemos como los niveles de confianza en los partidos tradicionales y en las instituciones es bajo, y el mal manejo social y económico ha perdido la confianza del electorado. Observando un programa en Facebook vemos con más del 80% de los costarricenses en las próximas elecciones municipales se inclinan por partidos locales o alguno que nunca haya gobernado y abandonan los tradicionales; pero eso no se queda ahí, ese porcentaje tiene una opinión muy desfavorable de la gestión de sus municipalidades y esperan un cambio radical en el sistema municipal al que consideran que está obsoleto. Pero analicemos un poco más que está pasando en Costa Rica. En las últimas elecciones el pueblo rechaza a los partidos tradicionales y elige un candidato que les dijo lo que querían oír; pero en la última encuesta CIEP de la Universidad de Costa Rica resalta la pérdida de apoyo ciudadano al presidente Chaves por la falta de cumplir todo lo prometido en campaña. Gran parte del electorado ya está buscando otras alternativas (lo veremos en febrero del 2024 en las elecciones municipales). El electorado que en el 2022 eligió el gobierno actual, se siente traicionado, por ejemplo, muchos del PAC votaron por él y no le ha llenado sus expectativas. Los gremios del sector público y privado también se desencantaron por el mal manejo del gasto social y por no tener una ruta clara para activar la economía. Los gremios privados como los arroceros, los pescadores artesanales y los habitantes de Guanacaste, Puntarenas y Limón; que tras cuerno palos luego de la afectación del Niño todavía no tienen soluciones concretas y ven como luego de 2 años sigue el incumplimiento de promesas.
