La construcción de vivienda: una vía segura para mantener el “Pura Vida”

Este nuevo Gobierno recibe un Sistema Financiero Nacional para la Vivienda con menos recursos y un país con sed de reactivación económica. Como país, tenemos la gran oportunidad de realizar reformas y crear instrumentos que permitan generar y colocar más recursos financieros a disposición de la población, a un costo menor, y que brinden mayores oportunidades de empleo, habitabilidad adecuada a los ciudadanos, y que contribuya a la sostenibilidad ambiental.

Los estudios más recientes sobre vivienda en Costa Rica coinciden en la urgencia de fijar la atención en este sector. Y deberíamos hacerlo de forma holística, no solo para resolver el déficit habitacional, atender con urgencia los más de 500 precarios que constituyen un semillero de inseguridad, microtráfico, hacinamiento, desescolarización y violencia intrafamiliar; pero también para aprovechar las oportunidades que genera este sector en materia de encadenamientos productivos y generación de empleo.

Urge desde todo punto de vista, redoblar esfuerzos y poner en marcha iniciativas que permitan atender en primer término los asentamientos en precario. Para esto es necesario evaluar los sitios en donde están ubicados, y darle el músculo necesario al Ministerio de Vivienda, con el patrocinio del Ministerio de la Presidencia para integrar en esta lucha a otras instancias como el Ministerio de Seguridad, AYA, IMAS, INVU y otros relacionados.

Otra oportunidad se encuentra en las familias que, si bien no están en extrema pobreza, sí necesitan herramientas financieras, que den acceso a créditos con tasas de interés más bajas, ya sea subsidiados o con mecanismos de avales hipotecarios que permitan bajar el riesgo y por el ende el costo, y aumentar la posibilidad de acceso de los prestatarios.

Las familias con ingresos medios representan un grupo importante del déficit habitacional, cerca de 105.000 familias. La iniciativa de la creación del Fondo (FONAVISO), la aprobación de una ley de leasing habitacional que facilite el alquiler con opción de compra, la generación de conjuntos habitacionales de alta densidad y baja altura y de uso mixto, facilitar las normas urbanísticas y de construcción que permitan hacer más eficientes las edificaciones verticales, y la promoción de la vivienda de alquiler, son algunas medidas que deberían estar en la agenda del Ejecutivo y de la Asamblea Legislativa.

Cuando hablamos del impacto en la economía, no estamos tratando con cifras menores: En este sector de la construcción de la vivienda, se ubican aproximadamente 125.000 empleos, más toda la dinámica entre las constructoras, los proveedores y los contratistas, trabajadores independientes y prestadores de servicios que se ven beneficiados cada vez que se inicia un proyecto habitacional.

El PIB de Costa Rica de los próximos 4 años, partiendo del valor de hoy y suponiendo una tasa de crecimiento por período de 3,5%, ascendería a $ 61,506 millones, y ponderando el monto total del FONAVISO el peso estimado sobre el Producto Interno Bruto se estima en un 3,3%.

¿De dónde sale el dinero?

Las fuentes de ingresos del SFNV habían sido sostenibles, principalmente las provenientes del FOSESAF, el impuesto solidario y de ventas, y la lotería instantánea, sin embargo, a partir el 2019 se presentaron importantes rebajos por 17.000 millones de colones, en el 2020, 13.728 millones y 20.800 millones en el 2021. Es indispensable que se restablezcan los recursos que por Ley le corresponden al BANHVI provenientes de FODESAF, y para esto se requiere decisión y compromiso del Gobierno, y el planteamiento de un proyecto de ley que exima estos fondos de la Regla Fiscal.

También es fundamental la creación del Fondo Nacional de Vivienda Sostenible, instrumento de financiación para de canalizar los fondos que vendrán fundamentalmente de cuatro fuentes: Operadoras de Pensiones, instrumentos bursátiles, empréstitos internacionales de fondos verdes e impacto, principalmente, y recursos del Estado principalmente como capital semilla (Inicial).

Una política integral

La construcción de vivienda es una herramienta transversal para impactar positivamente a la sociedad. Tiene injerencia en todos los indicadores (seguridad ciudadana, embarazo adolescente, salud, pobreza, seguridad alimentaria, educación, violencia sexual, impacto ambiental, infraestructura etc.) y permite hacer un seguimiento detallado de las personas, sus necesidades y sus progresos para poder así enfocar mejor los recursos y esfuerzos de otras entidades.

La construcción de vivienda no solo beneficia a los nuevos propietarios; beneficia a todas las personas de un territorio, trae nuevas dinámicas sociales, económicas, permite cerrar brechas, generar empleo y dinamizar la economía.

Por todo lo anterior, ¡presidente, fije su atención en este sector!

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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