La CCSS nos cuida, pero ¿quién cuida a quien nos cuida?

La pregunta es vieja es un tema de dicótoma conocida, un intento de paradoja.

Varios autores han revisado la propuesta, por ejemplo, Allan Moore en Watchmen donde uno de los ejes centrales es ¿Quién Vigila a los Vigilantes? Para nuestro caso el contexto de quien cuida a nuestros cuidadores, es menos oscuro que el de vigilantes super poderosos y en que operan desde la oscuridad y el anonimato.

Así que ahora lo invito a sacar la UPAD de su cabeza tras este último párrafo y concentrarnos en una de las joyas de la corona de Costa Rica. Nuestra bien amada Caja Costarricense del Seguro Social.

Las reflexiones de Julio César y cómo ver la vida desde arriba.

Así como quien vive en el infierno aprende a disfrutar las llamas y agradecer por la falta de hielos. Quienes vivimos en un país de milagros podemos olvidar lo espectacularmente raro y anormal que es vivir en un lugar donde la salud es gratuita y universal.

Por eso vale la pena, detenerse y tratar observar de vez en cuando esta rareza cotidiana, no como beneficiarios de ella sino como simples observadores.

¡Que sí gratis; ¡no es, pero universal sí que lo es! y cuando uno conoce el precio de una cirugía o una bolsa de quimio pues se da cuenta que si no es gratis para fines prácticos está muy cerca de serlo.

Costa Rica tiene dos principios fundamentales que la hacen lo que es:

  • La ausencia de ejército. Que permitió que nuestros abuelos y padres comieran 3 comidas al día mientras el resto de Centro América y de América Latina se mataban por (inserte razón aquí)
  • La Caja Costarricense del Seguro Social: Que entre otras cosas elimina la desnutrición infantil, atiende a millones de personas por año y cuida la salud de todos siempre, además de poner la expectativa de vida de Costa Rica por encima de la de varios países desarrollados y lo hace todo con un PIB

Si el país estuviera bien administrado (y con esto me refiero a las últimas 4 administraciones) preservar la existencia de estos dos hitos de lo imposible, debería ser suficiente para garantizarnos estabilidad perpetua. Me explico:

La CCSS por su existencia forma y función debería de poder garantizar el balance entre capitalismo y socialismo (no el término prostituido y flagelado por los neomarxistas y posmodernistas, sino el real que refiere a la empatía humana y propia del animal de manada)

Explicación matemática y termodinámica.

La función (exotérmica) de la CCS es sencilla y se define como. “Velar y procurar por la salud de los ciudadanos.” Esta función sólo se aplica hacía afuera, es decir la CCSS pone a trabajar sus recursos (infraestructura, personal, medicinas etc) en los cuerpos de los ciudadanos que y cuando lo necesitan.

Como los recursos son limitados. Para cumplir esta función la CCSS se ve obligada a obtener energía y recursos (función endotérmica). Las instituciones Públicas obtienen sus recursos de los impuestos. A cambio de esta extracción de energía y recursos. La CCSS le garantiza al sector productivo una población, saludable y segura para mantener la capacidad de producción.

Y ese debería ser todo lo necesario para permitir que Costa Rica mantenga un balance ad infinitum. Los problemas que la CCSS ha experimentado por décadas se debe a lo monolíticas e impresionantemente lenta que es la administración pública a la hora de generar legislación nueva y dinámica.

Quien haya estudiado un poco de termodinámica, sabe lo sencillo que es perturbar el balance de un sistema cerrado. Por suerte gracias a la globalización y las cadenas de abastecimiento Costa Rica dejó hace años de ser un sistema cerrado y pasó a ser un sistema abierto. (Esto nos permite crecer a niveles que en un sistema cerrado jamás lograría).

Y así como el planeta mantiene su ciclo trófico gracias a la energía del sol (energía externa al sistema). Costa Rica lleva años asoleándose a luz de la IED y de las Zonas Francas. Que han sido herramientas importantísimas para lograr progresos en épocas en las que los gobiernos han acumulados deuda y desempleo como yo acumulaba Hielocos cuando era carajillo.

Si el gobierno cual sea el de turno se concentrará en mantener saludable a la CCSS y nada más que a eso. La CCSS se encargaría de mantener saludable a su fuente de energía, la parte Capital y Productiva de la población. Prueba de al gobierno no le interesa mantener la la CCSS segura está en la cifra de desempleo del país.

No existe institución en el mundo con mayor interés de tener un desempleo en niveles bajos que la CCSS. Que obtiene su financiamiento de las Cuotas Obreros Patronales.

Que antes de la pandemia Costa Rica tuviera un desempleo de 12%. Significa que el gobierno no tenía problema en privar del 12% de nutrientes a uno de los pilares del ser costarricense.

Y como sabrá quien haya estudiado termodinámica, cuando se pierde el balance de un sistema cerrado, hay una lucha por recursos que generalmente termina en un comportamiento caótico (no entrópico). Esto es aparente en cómo la CCSS debe imponer cargas altísimas y asfixiantes para captar de su fuente endotérmica los recursos dejados de captar por el desempleo.

Cuando la fuente endotérmica el sistema cerrado (Sector Productivo Privado) es agobiado por la CCSS. Los recursos que este pudo haber destinado a generar nuevos empleos, son absorbidos por las altas cargas sociales en el intento de la CCSS en mantenerse a flote. La mejor idea del gobierno para solucionar esto ha sido siempre apostar al rayito de sol que es la IED.

Porque la Inversión Extranjera inyecta capital a chorros, en otras palabras, una empresota refresca más y cae mejor al currículum de los políticos de turno, que 10 empresitas incipientes. La apuesta del gobierno ha sido la misma, por ya más de una década.

Las Zonas Francas son nuestra danza de la “no lluvia”, nuestra ofrenda a los dioses para quitar las nubes y ver si el rayito de sol (IED) alumbra y nos contrata algunos de ese 12% (ahora 20.1%) de desempleados. Lo que pasa es que a los dioses les gusta ver bailar. Las Zonas Francas como herramienta son válidas y útiles. Pero no reducen los impuestos, los transfieren a las empresas pequeñas y al desempleado que tiene que ver que comer mañana.

Y lo peor es que este desempleo a menudo evita que la bienaventurada transnacional se asiente en Costa Rica, pues no existen empresas que le ofrezcan los servicios asociados a su operación. Esto es casi lo más cruel y nefasto que cualquier gobierno le puede hacer a su población.

Ponernos a arrastrar un desempleo altísimo y a cargar con las cargas sociales encareciendo a un país cada vez más y más caro no son impuestos a la producción. Son impuestos a pensar y a tener ideas y sueños. Es un impuesto a emprender y a ser valiente. Es en pocas palabras un asesinato a la personalidad, ideales y esperanzas del tico. Porque ni la mejor de las ideas puede sobrevivir una lucha de recursos inexistentes en un sistema trófico caótico…

Nos faltó Noé para este diluvio.

El Covid 19 cortesía de Partido Comunista Chino, nos vino a dejar caer el mejor de los aguaceros. Y aunque muchos tratamos de tener nuestra empresita y poner santos de cabeza para financiar mejores estándares de salud que algunos países desarrollados con un PIB que es un viaje de Ayahuasca.

Y aunque por años tratamos de juntar madera para ver si algún día nos hacían menos imposible trabajar en Costa Rica, para cuando empezó a llover nos faltó Noé para este diluvio. Y así como la gallina que nunca estuvo más segura de que su vida era buena como el día que la degollaron. Nuestro Noé entre más oscuro y más mojado ve, más rico baila.

La última pirueta, fue imaginarse un recorte (no salarial) pero horario del 15% a empleados públicos con un salario de 1.500.000 colones… Y es que un recorte de gasto público es lo que necesitamos, sí…

Pero resulta que esta parte de la danza de la lluvia no toca embajadores, diputados, ministros, jueces, ni magistrados. Porque el recorte es por horas y ellos no trabajan por horas. El recorte es para la gente que tiene su salario empeñado en Casa, Carro, ojalá Pensión y ahora gracias a Gollo en los frijoles del mes por 24 o 48 meses.

Y mientras tanto ese recorte no solamente se (Vertical 4 Letras empieza con C) a los empleados de sector público con salarios empeñados, sino que también a la CCSS que dejará de percibir un porcentaje importante las cuotas obrero patronales de estos empleados con reducción de horas. Aporte que de todos modos se pagaba con impuestos generados por el crucificado y ahora también orinado sector privado.

Mientras tanto, los 3 Poderes de la República y La Casa Amarilla bailan como los africanos del meme con el ataúd que tenemos que compartir la CCSS, el sector privado, 20.1% de la población (hasta marzo…)

Y la CCSS además de muerta y apretada en ese ataúd con nosotros tiene que ver cómo hace para atender ese pequeño aguacero al que le llamamos pandemia.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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