A solo un año de las elecciones presidenciales de 2026, Costa Rica se encuentra ante un panorama incierto. Si bien el actual presidente, Rodrigo Chaves, goza de una alta aprobación, esto no garantiza que su sucesor será quien obtenga el apoyo mayoritario en las urnas. La última encuesta de CID-Gallup, realizada en enero de 2025, muestra que la aprobación de Chaves subió al 71%, un incremento significativo desde el 62% en septiembre de 2024. Sin embargo, su popularidad no debe interpretarse como una victoria segura para su partido o para su sucesor.
Chaves no se postula: Un desafío para su sucesor
Chaves no podrá postularse para la reelección en 2026, lo que plantea un reto para su partido: presentar un candidato que logre captar la simpatía del electorado y mantener el impulso positivo de su administración. Aunque el actual presidente es el mandatario mejor evaluado en la historia reciente, Costa Rica tiene una tendencia de “quebrar el voto”; los votantes, aunque conformes con la gestión gubernamental, a menudo eligen un candidato diferente. Además, el fenómeno de fragmentación del voto podría influir también en las elecciones legislativas, donde Chaves aspira a ocupar un puesto, lo que añade incertidumbre al proceso.
¿Qué necesita Costa Rica de su próximo presidente?
- Reactivación económica inclusiva: Aunque la gestión de Chaves ha sido bien evaluada, los desafíos económicos persisten. El próximo presidente debe centrarse en reactivar la economía, no solo mediante el apoyo a grandes empresas, sino también fomentando el emprendimiento y la creación de empleos dignos, especialmente para los jóvenes.
- Educación de calidad y emprendimiento: El sistema educativo debe evolucionar, preparándose para formar emprendedores e innovadores, no solo empleados. Conectar la educación con el mercado laboral y el emprendimiento es esencial para el futuro del país.
- Reducción de la desigualdad: La brecha entre ricos y pobres sigue siendo un tema central. El futuro presidente debe enfocarse en políticas públicas que descentralicen las oportunidades y garanticen el acceso a servicios básicos en todo el país.
- Sostenibilidad y crecimiento verde: Costa Rica ha sido un referente en sostenibilidad, pero el futuro económico debe basarse en un modelo que integre la protección del medio ambiente con el desarrollo económico, creando empleos en sectores verdes.
El voto informado como herramienta de cambio
Aunque la aceptación de Chaves es alta, su sucesor deberá ganarse la confianza del electorado. La historia electoral costarricense demuestra que la popularidad de un presidente no garantiza la victoria de su partido. Los ciudadanos deben tomar decisiones informadas y reflexivas al elegir a su próximo presidente, considerando no solo la popularidad, sino las propuestas claras y viables para el país.
Conclusión: Un líder para todos
Costa Rica necesita un presidente que trabaje por un futuro inclusivo y sostenible. El electorado tiene la responsabilidad de elegir a un líder comprometido con la justicia social, la reactivación económica y la sostenibilidad ambiental. Las elecciones de 2026 son una oportunidad para transformar el país y asegurar un mejor futuro para todos.