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Justicia social y municipales

» Por Otto Roberto Vargas - Diputado Republicano Social Cristiano

La justicia social no es una “forma de limosna” indica el Papa Francisco. Expresión que genera reflexión sobre la justicia social. Justicia social que tan trascendental es, para la vida humana, que incluso, cada febrero celebramos el Día Mundial de la Justicia Social, declarado en noviembre del 2017, por Resolución de la Organización de las Naciones Unidas, que nos deja como precepto que “si quieres paz y desarrollo, trabaja por la justicia social”.

Trabajar por la justicia social, eso es verdad real, necesaria y urgente; y se debe hacer, también desde los gobiernos locales. sí, desde las municipalidades, y desde nuestros votos, el próximo primer domingo de febrero.

Debemos trabajar juntos por la justicia social. Debemos trabajar todos: gobiernos, trabajadores y empresarios. Trabajar juntos porque la justicia social es la verdadera bandera de la paz. Trabajar unidos, porque no hacerlo es injusticia para con nuestro prójimo.

Al respecto recuerdo frase del Doctor Calderón Guardia: Presidente, Reformador Social y Benemérito de la Patria, que nos inspira así: “se puede y se debe luchar contra la injusticia”.

Doctor Calderón que siempre luchó contra la injusticia y en pro de la justicia social. Prueba de ello es su reforma a la Constitución Política (la de 1871).  Reforma que plasmó lo que se denomina: De las Garantías Sociales.

Como ejemplo cito artículos de 1943. El 51- El estado procurará el mayor bienestar de los costarricenses, protegiendo de modo especial a la familia, base de la Nación: asegurando amparo a la madre, al niño, al anciano y al enfermo desvalido y organizando y estimulando la producción y el más adecuado reparto de la riqueza (Ley n° 24 de 2 de julio de 1943).

Y, el 65- Los derechos y beneficios a que esta Sección se refiere son irrenunciables. Su enumeración no excluye otros que se deriven del principio cristiano de justicia Social, serán aplicables por igual a todos los factores concurrentes al proceso de producción y reglamentados en un Código Social y de Trabajo, a fin de procurar una política permanente de solidaridad nacional. (Ley n° 24 de 2 de julio de 1943.).

Artículos que son preceptos contundentes de justicia social; lo que implica la permanente aplicación de la solidaridad nacional. Sí:  la aplicación del “se puede y se debe luchar contra la injusticia”. Preceptos que nos preguntan ¿Estamos protegiendo a la familia, estamos amparando a la madre, al niño, al anciano y al enfermo desvalido? ¿Estamos organizando y estimulando la producción y el más adecuado reparto de la riqueza? ¿Estamos cumpliendo o estamos burlando esos vigentes fundamentos constitucionales?

¡Recordemos que el principio cristiano de justicia social   sirvió para el ayer, sirve para el presente y servirá para el futuro!

Sirve para el presente y para el futuro, y por ello todos debemos trabajar juntos. Trabajar siempre por el principio cristiano de justicia social.

Y, trabajar por la justicia social es utilizar con honradez los impuestos que pagamos todos los contribuyentes. Luchar por la justicia social es evitar la elusión y la evasión del pago de los impuestos, es evitar el contrabando y el engaño.

Trabajar por la justicia social es tener la economía al servicio del ser humano.

Luchar por la justicia social es crear condiciones positivas para el beneficio armonioso de trabajadores y empresarios, de consumidores y usuarios; desde el gobierno central, pero también desde las municipalidades.

La justicia social es salud respetuosa de la dignidad humana. Es educación de calidad: generadora de desarrollo y fraternidad.

Es seguridad pública protectora. Es tener   casas, centros de estudio, oficinas, negocios y empresas, siempre seguras, y a las personas siempre protegidas.

Es tener la infraestructura que requerimos y merecemos.

Promover, defender y fortalecer la justicia social es tener un Estado, tener gobiernos (central, y municipales) de calidad, que sean facilitadores; no destructores del habitante, del ambiente. Es tener cantones, hogares, familias felices.

Levantar la bandera de la justicia social es respeto pleno de derechos humanos, sin exclusiones, sin privilegios. Con inclusión solidaria.

La justicia social es aplicación verdadera del mensaje de Cristo que nos insta a: Amar al prójimo.

La justicia social requiere voluntad cierta. Justicia social es colaborar. Lo contrario: la injusticia social es cruzar los brazos, es callar y no hacer.

Justicia social es hablar y cooperar. Colaborar y fomentar el Bien Común. Y para el Bien Común debemos hacer nuestro el pensar de la ONU “preparemos una senda de desarrollo que nos encamine hacia una mayor justicia social”.

Y, para la justicia social real, los sentimientos del Doctor Calderón “no habrá tranquilidad en Costa Rica hasta que le devuelvan todas las garantías al pueblo”.

¡Ah, y recordemos que el principio cristiano de justicia social   sirvió para el ayer, sirve para el presente y servirá para el futuro! Sirve, iniciando desde las personas (con su voto), y desde las municipalidades, con autoridades que respeten y defiendan la Justicia Social y la Bandera Tricolor.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, fotocopia de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr.

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