En su viaje de regreso de Madagascar, el pasado 10 de setiembre, el Papa Francisco ofreció la habitual conferencia de prensa en el avión, y tocó un tema trascendental: el invierno demográfico, el cual calificó como un problema “trágico”.
“África es un continente joven, habitan jóvenes. Si hacemos una comparación con Europa, repetiré como dije en Estrasburgo, la madre Europa se ha casi convertido en la abuela Europa, ha envejecido. Estamos viviendo un invierno demográfico gravísimo en Europa. No sé en cuál país, pero hay una estadística oficial del gobierno de aquel país: en el año 2050 en aquel país habrá más jubilados que gente que trabaja. Es trágico”.
El Santo Padre añadió: “¿Cómo se origina este envejecimiento de Europa? Tengo una opinión personal: pienso que el bienestar sea la raíz, adherirse al bienestar. ‘Sí, pero estamos bien, yo no tengo hijos porque debo comprar la villa, hacer turismo, una cosa, otra cosa, un hijo es un riesgo, no se sabe nunca’. Bienestar es tranquilidad, pero un bienestar que te lleva a envejecer”.
Si de la mano con esta realidad, nuestros gobiernos no se preocupan por estimular el bienestar de las familias, si no se preocupan y se ocupan por establecer condiciones que motiven el crecimiento de la natalidad, estamos condenados a vivir un largo invierno demográfico en nuestro país también.
No solo es responsabilidad de las nuevas generaciones. Cada vez más se bombardea con ese “confort” la mentalidad de los pueblos: “estudie y hágase profesional y no piense en familia”, “viajar es vivir”, “asegure primero su futuro económico”, son quizá algunas de las expresiones comunes que se insertaron en la juventud y se insertan en los niños de hoy… como decía el Papa Francisco, un bienestar que está poniendo en riesgo nuestros pueblos.
A propósito del Día del Niño, que celebramos el pasado 9 de setiembre, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) difundió números de la cantidad de niños en Costa Rica. Precisamente, la población que conforma nuestro país en el rango de 0 a 12 años es de 19,1% en este 2019; mientras que en 1999 era de 28% y en 1979 correspondía a un 33,3%. Como es evidente, son cifras que aceleradamente reflejan el panorama desolador a futuro, más aún, el panorama que hoy debe preocuparnos y repito, ocuparnos.
“La fundación de una familia es muy importante para el porvenir (…). Para una familia tener un hijo es un tesoro (…). Pero necesario que toda la sociedad tenga la conciencia de hacer crecer este tesoro, para que haga crecer el país, haga crecer la patria, haga crecer los valores que darán soberanía a la patria”, dijo el Papa al grupo de periodistas que le acompañaron en su vuelo.
Recién hemos celebrado 198 años de vida independiente y es necesario reflexionar una y otra vez: ¿qué futuro queremos para nuestro país? O, ¿será que ni futuro tendremos si seguimos políticas e ideologías que atentan contra el provenir de nuestra patria?
Dios nos ayude, y que seamos responsables de nuestras decisiones. Que nuestros gobernantes ponderen el mejor futuro para la sociedad y no corrientes que atentan contra la vida y la familia.
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