Instrumentalización del bullying en la política costarricense: Un análisis semiótico del video del PLN

» Por Miguel Jiménez - Cofundador del Partido Creemos

Desde un análisis semiótico, el video del Partido Liberación Nacional (PLN) se configura como una narrativa que vincula directamente la figura de Rodrigo Chaves con el fenómeno del bullying, un tema altamente sensible y complejo en la sociedad costarricense. Al usar a niños como protagonistas que observan y sufren las palabras del presidente, el video recurre a una estrategia de victimización infantil para generar una fuerte carga emocional. Este recurso tiene como fin crear una asociación negativa entre Chaves y un comportamiento socialmente repudiado como el acoso escolar, que usualmente tiene connotaciones de abuso de poder e impunidad.

Sin embargo, desde el punto de vista semiótico, esta representación puede resultar problemática por varias razones. Primero, el símil entre el bullying y el discurso político puede trivializar el fenómeno del acoso escolar, que tiene dinámicas distintas al ámbito político. El video descontextualiza el bullying y lo transforma en una herramienta política, lo cual puede disminuir la gravedad de este problema en la percepción pública. Además, la representación de los niños como espectadores pasivos del discurso político de Chaves convierte a los menores en actores simbólicos de la disputa partidaria, lo que podría ser visto como una instrumentalización ética cuestionable.

En cuanto a la estrategia comunicativa, el video parece cometer varios errores que podrían debilitar su impacto. En primer lugar, al equiparar la figura del presidente con el maltrato escolar, se corre el riesgo de que el mensaje se perciba como exagerado o manipulador. Esto podría alienar a un sector de la audiencia que, lejos de empatizar con el mensaje, lo perciba como una táctica desesperada o deshonesta, especialmente si no encuentra una conexión clara entre el discurso de Chaves y los efectos reales del bullying en la sociedad.

En segundo lugar, la estrategia de demonización del adversario político es un recurso que, históricamente, tiende a tener un efecto bumerán. En lugar de presentar propuestas claras o alternativas positivas, el video se enfoca en atacar la figura de Chaves, lo que podría reforzar la polarización política y la percepción de que el PLN no tiene propuestas sólidas para los problemas del país. Además, esta narrativa de victimización puede hacer que el propio PLN sea percibido como un partido que se centra en quejas en lugar de liderar con una visión optimista y constructiva para el futuro de Costa Rica.

Finalmente, al centrarse en el tema del “bullying” de una manera tan frontal y cargada emocionalmente, el mensaje podría provocar rechazo por parte de aquellos que ven la política como un espacio para la discusión racional y no emocional, debilitando la credibilidad del PLN como un partido capaz de conducir un debate político de altura. En resumen, la estrategia semiótica y comunicativa del video parece estar construida sobre una base simbólica débil y una táctica retórica que puede terminar alienando más que persuadiendo.

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