Importancia de la materia seca en la alimentación de rumiantes

El potencial productivo de un potrero se logra por los kilos de materia seca por hectárea. Tradicionalmente el pastoreo ha sido la forma de aprovecharla, pasando de sistemas extensivos a intensivos. Los ingenieros zootecnistas y los veterinarios han modificado el concepto de materia seca para expresarlo en kilos de leche o de carne por hectárea. La materia seca de un pasto depende de muchos factores tales como la lluvia, la temperatura, la humedad, el suelo, la fertilización y el crecimiento. El pasto en forma de heno anda alrededor de un 15% de humedad y un pasto en época seca en un 75% y en época lluviosa hasta en un 90%. El principal factor es la lluvia la cual en condiciones de temporal el pastoreo se hace a veces impracticable, desapareciendo gran número de plantas por el pisoteo del ganado, máxime, si las cargas ganaderas son elevadas. Pero con un buen manejo las pezuñas actúan como escarificadores, cortando las raíces de la cubierta vegetal; al cabo de un tiempo de reposo, la pradera emite nuevos tallos y hojas, formando un césped tupido, sin afectar a la estructura del suelo ni al número de tallos por metro cuadrado, favoreciendo el rejuvenecimiento del sistema radicular. Con buena luz solar y humedad los pastos crecen adecuadamente y su contenido de humedad es mayor en los rebrotes jóvenes que en los tallos y hojas más viejas. Las altas temperaturas bajan la humedad de los pastos y la fertilización nitrogenada estimula el crecimiento de follaje. El aprovechamiento de la materia seca tiene que ver con las necesidades nutricionales de cada especie animal. Influye también la edad, el estado fisiológico y el gusto ya que este provoca una tendencia a seleccionar aquellas especies de mayor digestibilidad. Con el pastoreo rotacional la cantidad de hierba ofertada es manejada a voluntad por el ganadero, diluyéndose el efecto selectivo de ciertas especies.

El ganado bovino tiende a pastar indiscriminadamente en la superficie del pasto, mientras que el ovino lo hace selectivamente y a mayor profundidad, ingiriendo más hojas y menos tallos y semillas que el vacuno. Por el contrario, el ganado caprino debido a su mayor capacidad de digerir celulosa, prefiere una vegetación más leñosa que el ovino y bovino. Los búfalos de agua (Bubalus bubalis) son menos exigentes y consumen gran variedad de pastos, hierbas, ciertas malezas, ramas pequeñas, tallos jóvenes y maduros.

Hay dos formas de calcular el consumo del animal, con forraje verde donde la mayoría de la literatura dice que es un 10% del peso vivo. O con un 2 a 3,5% de materia seca del peso vivo. En ambos casos se debe considerar la cantidad de materia seca del pasto o el porcentaje de humedad. ¿Pero cómo calculamos la materia seca? La podemos encontrar en la literatura para los diferentes pastos con diferentes condiciones de clima o la calculamos. El cálculo se debe hacer ya sea con pasto, heno, leguminosas, silo, concentrados y la biomasa de árboles forrajeros. La fórmula es %MS = [(peso inicial – peso seco) igual a A (cantidad de agua), luego 100 menos A igual a la materia seca. El peso seco se puede hacer con una estufa o secar al sol. Ejemplo un pasto Kikuyo (Cenchrus clandestinus, anteriormente se le conocía como Pennisetum clandestinum, pero fue reclasificado dentro del género Cenchrus) en Las Nubes de Coronado, Costa Rica, América Central. Si verde peso 100 gramos y la muestra seca 10, aplicando la fórmula este pasto tiene (100-10 igual a 90 y 100-90 igual a 10% de materia seca. Un pasto Brachiaria Sp en la época lluviosa en Guanacaste o San Carlos la pesa húmeda es 100 y la muestra seca 15. (100-15 igual a 85%). Entonces 100 menos 85 igual a 15%. de materia seca. ¿Por qué es importante la materia seca? Se debe conocer la cantidad de materia seca (MS) en las materias primas y dietas ya que nos indica la cantidad total de nutrientes que pueden ser aprovechados por el animal para ganancia de peso o cantidad de leche, entre menos MS consuma el animal, menos nutrientes. El consumo de materia seca va a depender del tamaño del animal y del estado reproductivo, no es igual el consumo de un toro que de una vaca lactando, seca o gestando. Es aconsejable hacer los cálculos en base a materia seca. Es frecuente encontrar en la literatura que el consumo de pasto verde es el 10% del peso vivo del animal. Esto no es cierto si un torete que pesa 350 kilos consume 350 x 0,10 igual a 35 kilos de forraje verde. También encontramos en la literatura que dependiendo del tamaño un bovino come entre 1,8% y 3,5% de su peso vivo, que sería lo mismo decir que come entre 1,8 kilos y 3,5 kilos de materia seca. Si un torete que pesa 350 kilos consume 350 x 0,10 igual a 35 kilos de forraje verde. Con este cálculo estaríamos calculando un consumo errado. Si el torete de 350 kilos consume el 2,7% de materia seca, estaría comiendo 350 x 0,027 igual a 9,45 kilos de materia seca. A continuación, hay que calcular la cantidad de agua. El pasto tendría (100-9,45 igual a 90,55 de humedad. Si multiplicas 9,45 por 90,55%, debes convertir el porcentaje en un número decimal. Para hacerlo, divides 90,55 entre 100: 90,55%= 0,905590,55 % = 0,905590,55%= 0,9055 entonces multiplicar 9,45 x 0,9055 sería igual a 8, 564 que representa el agua que el pasto tiene. Luego si sumamos 8,564 + 9,45 igual a 18,01 kilos de forraje verde por día que es mucho menor que el cálculo errado de 35 kilos de pasto verde. Esto en términos de economía resulta que con la diferencia (35-18,01 igual a 16,99) podríamos alimentar 2,65 animales más de 300 kilos con un consumo de 7,5 kilos de materia seca al día.

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