Hospital William Allen y Viejo Sanatorio

» Por Luis Fernando Allen Forbes - Director Ejecutivo Asociación Salvemos el Río Pacuare

La arquitectura hospitalaria del William Allen, alcanza un gran desarrollo en aspectos de funcionalidad y de adecuación a las necesidades de la práctica médica y la atención de emergencias. Surgen nuevas concepciones, donde la arquitectura hospitalaria debe conciliar con el equipamiento sanitario apropiado, que comprende todo una serie de funciones y ambientes diferentes, determinadas por el tipo de medicina pública que se va a ofrecer.

Se populariza la arquitectura hospitalaria con frases en idioma cabécar en sus pabellones, comunicados por circulaciones internas, aunque las distancias por recorrer de esta población siguen siendo muy largas. No obstante, con el funcionamiento de los nuevos ascensores, el aire acondicionado y la comodidad del edificio todo es más accesible.

El hospital se ha convertido en todo un complejo establecimiento cuya función primordial es la de ofrecer un servicio médico de calidad en una atmósfera familiar para el paciente. En cuanto al diseño arquitectónico, se pone mucho énfasis en el tránsito interior, es decir en las rutas de circulación y de emergencia y en el tema de la asepsia.

Dentro de esos entornos predictivos, se podría afirmar que los hospitales en los últimos años han cambiado mucho. Por eso es que resulta claro hoy visualizar las quejas de la relación médico-paciente existente y como consecuencia la relación hospital-comunidad también manifiesta su componente de discordia, y ello es porque se han perdido muchas de las buenas relaciones que debería de existir entre ellos.

La zona que circunda el hospital muy pronto será proveedora de servicios de apoyo, no sólo por ser un edificio más complejo y costoso, sino por el incremento de la frecuencia con que los usuarios acudirán por los servicios generales y ambulatorios. Este complejo hospitalario después de una larga espera y a solicitud de tantos usuarios que demandaban un hospital con más servicios y especialidades, finalmente abre sus puertas al pueblo turrialbeño y comunidades vecinas.

Respecto al viejo hospital, se dice que albergarán todos los EBAIS de la zona buscando un efecto positivo sobre las finanzas de la CCSS que por muchos años ha estado pagando altos precios por alquileres.

Se escuchan rumores de que el viejo hospital puede seguir siendo útil, al menos como edificio de consultas o bien como EBAIS. Si el edificio se cierra pues las finanzas dela CCSS no mejorarán, podría ser abandonado y cerrado definitivamente con el deterioro que eso conlleva.

En la situación actual es inaceptable su cierre porque se podría realizar un buen arreglo que consistiría en cambio de puertas, suelos, pintura, etc. El edificio está operativo y solo falta la voluntad política para ello. Por supuesto, que habrán problemas de diseño y hasta técnicos, etc., pero son solucionables y más baratos que el cierre.

Finalmente, para el Ministerio de Salud y la CCSS es de vital importancia que el país cuente con una oferta pública preventiva.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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